La dejaron entrar a San Luis para cuidar a su tío con cáncer pero a sus hijos no

Se trata de Noelia Altamirano, quien después de 11 solicitudes pudo ingresar a la provincia pero sin sus pequeños.

La dejaron entrar a San Luis para cuidar a su tío con cáncer pero a sus hijos no

Su tío, Víctor Manuel (76 años) fue intervenido por el cáncer de colon que padece; y es además un paciente diabético. Vive en Cerro de Oro, en la Villa de Merlo, y desde que fue operado lo atiende dos veces por semana un enfermero.

Por eso ella decidió dejar la ciudad de Balcarce (en Buenos Aires), y llegar a San Luis para dedicarle los cuidados que necesita: el hombre no tiene más familiares en tierra puntana. Ella tramitó y consiguió hacer el cambio de domicilio.

"El otro día se le produjo una hernia, y es porque está solo. Si no se cuida lo tienen que volver a operar y al ser una persona mayor de edad no queremos que vuelva a pasar por una cirugía", señaló Altamirano.

Contó que hace un mes y medio comenzó a enviar "incansablemente" solicitudes al Comité de Crisis para que la dejen entrar. Las respuestas fueron siempre negativas hasta el undécimo intento que fue cuando la contactaron. En ese momento le dijeron que "tenía menos de 24 horas para estar en la entrada de la provincia".

"Mi idea desde el principio fue venir con mis nenes de 5, 4 y 8 años para hacerle compañía a mi tío y asistirlo; a mis hijos no los pude traer porque cuando se comunicaron desde el Comité de Crisis solo me autorizaron a mí por haber realizado el cambio de domicilio", manifestó.

"Me recomendaron que me lleve a mi tío a Buenos Aires lo que me resulta totalmente ilógico porque es una persona de alto riesgo y yo junto con mis hijos nos podemos movilizar pero él no; necesito que dejen ingresar a mis nenes, jamás me separé de ellos y me desespera no saber cuándo los volveré a ver", finalizó.

Aseguró que hizo el cambio de residencia también para sus pequeños y que en estos momentos los documentos se encuentran en el Correo.

Por otro lado remarcó que su marido tuvo que renunciar a su trabajo para dedicarse al cuidado de los tres hijos: "Lamentablemente presentó la renuncia porque no lo iban a aguantar si no sabía cuándo me puedo traer a los chicos conmigo".