Una historia de amor y perseverancia: Osvaldo y Lucio se convirtieron en padres

Es el primer matrimonio igualitario de San Luis al que se le otorga una adopción. Esperaron más de cinco años.

Una historia de amor y perseverancia: Osvaldo y Lucio se convirtieron en padres
Adopcion en San Luis

Osvaldo Morán y Lucio Nievas ya no integran una familia de dos, ahora son cuatro. Luego de esperar más de cinco años, finalmente pudieron adoptar a dos hermanitas: Priscila y Jazmín.

Es el primer matrimonio igualitario de San Luis al que se le otorga una adopción. "Son la alegría de la casa", dicen los papás orgullosos.

El 2014​, Osvaldo y Lucio se anotaron en el Registro Único de Aspirantes a Guarda por primera vez. Todos los años tenían que volver a presentar los papeles y así lo hicieron. Pero según contaron, era bastante difícil de afrontar la desilusión cada vez que se daban cuenta que su proyecto se había truncado.

En 2017 dijeron que sería la última vez que lo intentaban y a principio de año presentaron los papeles. Corrían los meses y el teléfono no sonaba, sin embargo en la primavera les cambió la vida: les dieron la noticia de que habían dos hermanitas esperándolos. Corrieron a buscarlas y desde entonces nunca más se separaron. El 23 de septiembre del 2019 la Justicia les otorgó la guarda definitiva de las pequeñas de 7 y 8 años. 

Osvaldo, Priscila, Jazmín y Lucio viven juntos desde hace dos años y cuatro meses.
Osvaldo, Priscila, Jazmín y Lucio viven juntos desde hace dos años y cuatro meses.

Llevan juntos dos años y cuatro meses y ya viajaron a San Juan, Buenos Aires y Aruba. Ahora están esperando el pasaporte porque se van a México.

No les sobra nada, todo es esfuerzo para darles una mejor calidad de vida a sus hijas. Osvaldo es Policía de la Comisaría 12 y Lucio tenía un emprendimiento de viandas saludables pero lo dejó para dedicarle más tiempo a las nenas.

"Existen las familias con más y menos errores y nosotros somos una más", dijo Osvaldo a El diario de la República y agregó sobre sus hijas: "Son como cualquier niña, te hacen renegar, sufrir, pero después vienen con una sonrisa, una palabra y te dan vuelta".