Con la frase “hay que animarse” como estandarte, la sanjuanina Melani Entz emprendió un tremendo desafío físico en busca de bellos paisajes y encuentro de nuevas culturas. Porque se propuso unir San Juan con México en bicicleta, y en un año. ¡Toda una locura!
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Sin más cálculos que el deseo, que se fue acrecentando durante cinco años mientras rondaba la idea en su cabeza, y los bártulos a llevar; Melani, en compañía de su amiga y compañera de ruta, Nieves Bazán, inició el viaje el mismo 20 de diciembre. Pero no sin antes, despedirse de la familia.
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Esta aventura comprende 7,118 km que separan a su provincia natal de México, un destino elegido como “extremo”, pasando por diferentes países de habla hispana, paisajes y diferentes culturas.
Cuándo comenzó la idea loca
Fue en el 2018, cuando Melani Entz dejó su casa en Rawson para mudarse a La Rioja por trabajo.
Y si bien la loca idea de trasladarse largas distancias en bici surgió desde aquella época, de querer volver de la vecina provincia a su casa, nunca se pudo concretar.
“Siempre había algo que lo impedía. Rutina, trabajo, estudios, los mandatos y demás. Por todo eso, la idea se iba postergando, pero yo quería probarme”, comentó la joven en una entrevista otorgada a Diario Huarpe.
Melani, trabajaba en La Rioja cuidando a personas con demencia. Y lo que ganaba lo comenzó a invertir en su bicicleta viajera y todo el equipo necesario para llevar a cabo su aventura, que de a poco fue tomando forma, y más si vio en su Nieves, una coequiper de hierro.
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El 20 de diciembre, era la fecha pero no sin despedirse ambas de sus familias.
En los primeros kilómetros (siempre los más duros por poner a prueba no sólo la fuerza sino la mente) vivieron la primera experiencia que las puso en la verdad: al cruzarse con un bici turista europeo, vieron una amplia desventaja que las hizo reflexionar, pero nunca declinar.
“El camino en términos generales fue tranquilo y para adaptarnos, íbamos a un paso relajado. En la ruta nos cruzamos con tres cicloviajeros, uno de ellos francés, que tenía una hoja de ruta muy parecida a la nuestra. Quisimos hacernos las cancheras e intentar seguirle el paso, pero no pudimos. Él iba a 25 km/h y nosotras apenas llegamos a los 15 Km/h. Lo dejamos seguir solo”, contó entre risas.
Antes de subir por el continente hicieron una variante en su hoja de ruta: decidieron primero pasar por Mendoza, una materia pendiente que ya lograron superar con creces, ya que se animaron a la ruta 7 hasta Puente de Inca.
¿Cómo solventarán los gastos?
Melani dijo que solamente se necesitan ganas y convicción. Y que el dinero para los gastos del viaje lo fueron reuniendo durante un tiempo.
Sin embargo, ante imprevistos y escasez, recurrirán a sus experiencias como voluntarias a cambio de comida.
En tanto que si por algunas circunstancias no consiguieran hospedaje, un buen camping y la carpa, siempre será la opción.