La pandemia de coronavirus cambió el funcionamiento de muchas actividades, y aunque varias de ellas ya regresaron a la normalidad, otras aún no lo hacen. Una de ellas es la que involucra a los Payamédicos Sanjuaninos, un grupo de voluntarios que hacen reír a los más chiquitos que están internados en los hospitales de la provincia.
Eduardo Quiroga, responsable de este grupo, afirmó a Diario la Provincia SJ que por la pandemia de coronavirus tuvieron que suspender su trabajo y trabajar de manera virtual, metodología que hasta el día de hoy continúan adoptando. “Pasada la cuarentena volvimos con alguna presencialidad y el requisito era tener tercera dosis de vacuna cada uno de los integrantes, además de los cuidados de siempre como lavado de manos, entre otros”, contó.
Por la situación sanitaria, Quiroga explicó que tuvieron que suspender la formación de nuevos payamédicos: “Hasta que sucedió lo de la pandemia, el incremento fue total, es una cuestión de querer hacer algo por el otro. Tenemos una sociedad muy solidaria, la disponibilidad de tiempo es el impedimento”.
En este sentido, aseguró que para formarse como payamédico deben realizar un curso dividido en 3 etapas: por un lado, la formación, luego una mayor profundización en “payamedicina”, donde se les brindan conocimientos de primeros auxilios y por último, en una tercera etapa, las “payapasantías”, donde realizan pasantías en distintos lugares con tutores. “Todavía no salimos de la pandemia, superado ese momento creo que será posible. Se suspendió la tarea por esto, nosotros hace más de un año que estamos deseosos de poder hacerlo”, agregó Quiroga.
Entre otras cosas, el payamédico sanjuanino detalló que vienen llevando a cabo su trabajo en las redes sociales: “Festejamos un día diferente, hicimos mucho en pandemia. No hay un lugar más bonito para nosotros que compartir con los pacientes, extrañamos mucho estar ahí, lo disfrutamos. Sabemos que no vamos a mejorar al paciente, pero le damos una herramienta para que puedan entender que pueden apoyarse en eso y salir adelante”.
Por otro lado, contó cuáles son los requisitos para poder sumarse a este servicio: “Antes para ser payamédico, tenían que ser médicos, pero esto cambió y en la actualidad el único requisito que solicitan es ser mayor de 18 años y tener estudios secundarios completos”. Sobre el funcionamiento del grupo, reveló que “siempre van a ver que normalmente somos grupos de 2 a 3 personas, tenemos algunas cosas que nos diferencias del payaso tradicional. Tenemos una nariz de color naranja, ya que tratamos de alejar al paciente de las situaciones de que nuestra presencia pueda originar alguna asociación con las cosas que están padeciendo”.
“Cada vez que se nos abre una puerta de una habitación, nos presentamos y pedimos permiso. Nuestra intervención no es más de 2 a 3 minutos, tratamos de que en el mejor momento de que la persona pueda estar bien, más que simpatía lo que los payamédicos siente es empatía”, destacó Eduardo, quien además agregó que “la vestimenta del payamédico es muy colorida y bien presentados. En nuestro idioma no usamos doble sentido en nuestras frases, nosotros tratamos de ayudar con nuestra colaboración para que la persona se pueda sentir mejor”.
Los voluntarios se reúnen una vez al mes para poder realizar esta tarea en los hospitales, aunque actualmente en San Juan hay dos grupos que están diferenciados por los lugares donde trabajan, ya sea Marcial Quiroga o Guillermo Rawson, aunque también en el Hospital Privado y CIMYN. Las visitas son pautadas: “Siempre nos esperan. Nosotros somos doctores del alma y creemos que el humor cura. Nuestro trabajo consiste en ayudar a que las personas se olviden por un rato el momento que están pasando”. Cabe destacar que también visitan geriátricos y escuelas.
En la provincia son alrededor de 100 personas las que realizan esta tarea voluntaria: “Todos los cuidados de salud nosotros los conocemos, entre los integrantes de Payamédicos predominan las mujeres y el rango etario de 18 a 30 años. Somos muy capacitados en un montón de cosas, tenemos muchos recursos y herramientas que nos brinda la institución payamédicos, para desarrollarnos frente a las personas en una sala de hospital”, concluyó Eduardo.