Un verdadero escándalo se desató luego de que el popular cantante de cumbia, el Dipy, no pudiera presentarse en un conocido bar del departamento Caucete por la noche del pasado viernes. Al principio trascendió que cuando el público estaba en el lugar, apareció la policía y una jueza y cancelaron el espectáculo. Por otro lado, según la productora JFPG, la suspensión del show se había generado porque el local no contaba con las habilitaciones que exige el Gobierno provincial.
En total eran seis las presentaciones en bares y restaurantes que estaban planificadas para el cantante. El jueves estuvo en De la Ostia y el viernes en Don José, pero cuando se iba a presentar en Cuba Club, el espectáculo fue cancelado. El sábado protagonizó una cena show en el salón El Prado y el domingo estuvo en El Muelle de San Blas y en salón Carpín.
En diálogo con el portal El Bastón de Caucete, la jueza Luciana Salvá aclaró los motivos de la suspensión: “El lugar no estaba habilitado, ese lugar había sido un boliche, el cual se clausuró y después con la pandemia no se habilitó como local gastronómico y mucho menos para traer una banda musical. Quiero aclarar que nunca estuvo a punto de cantar y con la gente en el escenario cuando lo clausuramos. El lugar nunca se abrió porque lo notificamos previamente al dueño del lugar, diciendo que no podía abrir porque no estaba habilitado”.
Posteriormente, sentenció: “La capacidad máxima del lugar es de 300 personas, ahora serían 90 las permitidas y que iban a ingresar muchas más personas que las permitidas. Y la consecuencia obvia iba a ser que al otro día medio Caucete estaba con COVID-19. Tenemos que cuidarnos nosotros, cuidar el estatus sanitario, a mí me tiene sin cuidado que los fanáticos del Dipy se enojen, estamos cuidando la salud de la gente mayor. Ya tendrá oportunidad de cantar cuando hayamos superado toda esta situación sanitaria”.