Un nuevo caso de denuncia sobre presunta mala praxis recae sobre profesionales del Hospital Guillermo Rawson. La Unidad Fiscal de Investigaciones (UFI) de Delitos Especiales está investigando a médicos de este centro de salud por las posibles maniobras violentas realizadas contra una joven embarazada durante el trabajo de parto y que aparentemente provocaron lesiones al recién nacido que murió días después.
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Este caso se suma a las dos médicas que están imputadas por la muerte de una nena de 4 años, Catalina Valdez Sosa, que tras sufrir un accidente en un auto junto a sus padres fue atendida en el Hospital y dada de alta sin detectar que la pequeña sufría de una hemorragia abdominal que le fue letal.
Ante esta nueva denuncia las fuentes judiciales revelaron que aún no hay imputados, pero las primeras actuaciones van muy avanzadas en la UFI de Delitos Especiales y no descartan que los próximos días formalicen la imputación por el posible delito de homicidio culposo a raíz de la muerte del pequeño Lorenzo Samuel Narváez.
De acuerdo a las fuentes, se estaría investigando el presunto accionar negligente de los médicos y del personal que ayudó al nacimiento de este niño el pasado domingo 13 de junio.
La demanda por mala praxis contra el personal de la Maternidad del Rawson fue radicada el 7 de julio, un día antes de que falleciera el bebé, por sus padres Nadia Barrionuevo y Carlos Narváez.
Todos los estudios y controles
La joven madre relató al diario Tiempo de Cuyo que la familia estaba muy feliz por la llegada del bebé y que cumplía en tiempo y forma con todos los controles y estudios. Según las ecografías el bebé se encontraba sano, y tenía como fecha probable de nacimiento el 6 de junio, pero la médica que la atendió le sugirió que esperara más tiempo.
Así llegó el 13 de junio, y dado el tiempo que transcurría y no nacía decidieron internarla.
Nadia Barrionuevo contó que la medicaron para apurar el trabajo de parto por lo que a la 1 del 14 de junio rompió bolsa.
“Ahí empezó todo. Perdía líquido, pero un médico decía que no había roto bolsa. Dos enfermeras decían que sí. Eso fue horrendo, por el dolor y el manoseo. Los tres me metían las manos para saber si el bebé estaba saliendo”, relató la mujer en referencia al supuesto maltrato que sufrió en esos momentos, lo que se denomina violencia obstétrica.
La joven de 25 años y madre primeriza destacó que fue la peor noche de su vida. “Me pedían que hiciera fuerza en la camilla. Me hacían caminar. Llegaron a hacerme abrir las piernas, con un pie sobre una banqueta y parada, para que empujara. En otro momento me pusieron apoyada contra una camilla y pie, con las piernas abiertas, para que siguiera empujando”, relató.
A las 8 de la mañana la llevaron a una sala y los profesionales pusieron en prácticas las maniobras llamadas “kristeller”, que consiste en apoyar y presionar su vientre con las manos y los antebrazos para empujar al bebé por nacer.
“Sentía como se me subían encima y me presionaban la panza. No daba más del dolor. Así me tuvieron horas hasta que sentí que algo se cortó dentro de mí y nació mi bebé. Ahí todo fue un silencio total. Me quedé callada y mi hijo no lloraba. Después veo que se llevaban a mi hijo en brazos. Estaba morado y con la cabeza para atrás”, afirmó Nadia.
Unos instantes después le comunicaron que Lorenzo, así se llamaba el bebé, estaba en grave estado. “Yo lloraba, no entendía nada. Mi marido entró a verme, pero estaba destrozado y se arrodilló a llorar al lado de mi cama”, indicó.
“Nosotros sabíamos que mi hijo estaba grave por el trabajo de parto. Si mi hijo estaba sano. ¿No entendemos por qué no me hicieron cesárea si el parto venía mal o tenía problemas con el parto normal? Les pregunté y la médica me dijo que: ‘en una clínica privada, una puede elegir hacerse una cesárea. Pero en un hospital público no, porque cuesta dinero’. Todo se hizo mal. Por eso nos asesoramos y realizamos la denuncia en la Justicia”, relató.
Lo informado por los médicos
De acuerdo a lo dicho por la familia, los médicos dijeron primero que el niño se había asfixiado con el cordón umbilical, después descubrieron que presentaba una hemorragia en el hígado por una lesión.
El bebé permaneció internado en terapia pediátrica más de tres semanas y finalmente murió el 7 de julio a las 11 de la mañana.
“Un ratito antes había estado en la sala con él. No entendía, no lo podía creer. Nos cansamos de llorar. No lo pudimos superar. A los tres días lo sepultamos, pero ni siquiera quisimos velarlo. No lo íbamos a soportar”, dijo la joven madre.
El fiscal Francisco Micheltorena ya había iniciado las primeras actuaciones por lo que tras el fallecimiento del nene se pidió el secuestro de la historia clínica y ordenaron practicar la autopsia al cadáver del bebé.
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La médica forense María Beatriz Vázquez llegó a la conclusión de que el niño murió como consecuencia de una hemorragia interna por un hematoma en la zona del hígado, explicó Barrionuevo. La sospecha es que esa lesión fue producida por la presión ejercida sobre el abdomen de la madre y el propio niño que aún no nacía.
“Quiero que investiguen a la médica obstetra y a todos los que estuvieron en el parto. Sé que nadie me va a devolver a mi hijo. Nosotros lo seguimos llorando. Tengo ansiedad y a veces no duermo. Estoy yendo a un psicólogo para que me ayude. Pero nadie más puede pasar por todo lo que yo viví en el hospital y no puede morir otro niño de esta manera”, sentenció la joven madre.
Hasta el momento la investigación se encuentra en etapa inicial en la UFI de Delitos Especiales, pero podría derivar en una causa penal contra del personal de Maternidad del Hospital Guillermo Rawson.
La otra investigación
El juez de Garantías Andrés Abelín lleva adelante la causa que investiga presunta mala praxis de las médicas pediatras Marcia González y Vanesa Sojo a quienes el fiscal coordinador de la UFI de Delitos Especiales, Iván Grassi, pidió investigar formalmente por el delito de homicidio culposo de una nena de 4 años en el hospital Rawson, el pasado 8 de septiembre.
La nena se llamaba Catalina Valdez Sosa quien viajaba en el asiento trasero de un auto junto a sus padres. El hombre perdió el dominio del auto y chocó contra un poste.
Una ambulancia que pasaba por el lugar llevó a Catalina al hospital la tarde del 7 de septiembre pasado, y unas 6 horas después la niña fue dada de alta, sin que las profesionales detectaran que sufría de una hemorragia abdominal, que le fue letal.
La nena no estaba bien y un par de horas despúes los padres la volvieron a llevar al hospital, pero nada se pudo hacer. En este caso González evaluó el cuadro de salud de la menor y Sojo fue quien firmó el alta.
Este jueves las profesionales se negaron a declarar durante la audiencia, por lo que el juez le dio a la Fiscalía un año de plazo para investigar, según publicó Diario de Cuyo.