Darío Barassi, el conductor de 100 argentinos dicen, se despidió de sus vacaciones en San Juan con una sentida reflexión. Luego de 10 días “espectaculares” regresó a Buenos Aires, donde vive junto a su familia.
El sanjuanino, Luli Gómez Centurión, Emilia e Inés recargaron energía en la tierra cuyana, pisaron hermosos lugares y se reencontraron con parte de la familia. Ahora, regresaron a su casa de Nordelta.
La reflexión de Barassi sobre San Juan, la tierra cuyana que lo vio nacer
“Ahí se van, 10 días espectaculares en mi provincia, hay que volver a casa, pero no fue suficiente. Siempre irse de San Juan tiene un gusto amargo”, remarcó nostálgico Darío Barassi.
El famoso destacó que fue un viaje “especial” porque fue la primera visita de su bebé Inés a la provincia cuyana y porque Emilia “vivió un San Juan más cercano a nuestra infancia”.
El conductor de 100 argentinos dicen contó que su cable a tierra es San Juan porque las experiencias de su infancia y adolescencia están allí: Primos, Diques, noches de verano eternas, horas de pile y tereré. Por eso, se manifestó “enamorado de verme reflejado en mi muñeca mayor”.
El viaje fue una Odisea: “Modificamos bastante la rutina de sueño de nuestras hijas. Se dormían a la 1 am todos los días, así que salió mucha siesta en auto”.
Pero también los recuerdos se apoderaron de sus vacaciones cuyanas: “Manejé horas contando historias de San Juan, mirando montañas, respirando aire seco y escuchando melodías para bebés. Cada siesta fue una suerte de recorrido colorido pero melancólico de mi pasado en esta tierra”, contó.
Es que San Juan es su refugio placentero y su bálsamo, su escape de la Ciudad y la rutina: “Es que viví mucho acá, fueron años que me marcaron de por vida, lugares, amigos, experiencias, comidas, rituales, esa magia y encanto está intacto, vive y late fuerte, me define”.
El humorista se declaró un bendecido por la vida que tiene: “Mis hijas, mi mujer, mi trabajo, mi casa; pero en la diaria pierdo el valor de lo logrado y venir a San Juan es conectar con lo que fui, con el que soñaba este presente. Poder frenar y repasar el camino y la conquista es muy sanador, alentador y reconfortante”.
Regresó a Buenos Aires luego de la experiencia que le dio su provincia natal: “caricia, abrazo cálido, palmadita y aliento, el corazón explotado de afecto”.
“Calculo que todos tienen un San Juan, pero sin ánimos de ofender, presumo que ninguno es como el mío. Te amo SJ”, cerró el conductor nostálgico y renovado para continuar con su rutina.