Comenzó la compactación de alrededor de 9 mil vehículos

Son autos, motos y bicicletas que están en el Depósito Judicial de 9 de Julio.

Comenzó la compactación de alrededor de 9 mil vehículos
Más de 7.000 motos serán convertidas en chatarra.

El Gobierno de San Juan comenzó este lunes el segundo proceso de desguace y de compactación de los autos y motos que están en el Depósito Judicial en el departamento 9 de Julio. Son más de 9 mil vehículos los que serán transformados en chatarra con la idea de evitar su acumulación.

En total son 1.400 autos, 3 bicicletas y el resto son motos, según informó el Ministerio de Gobierno. Las unidades que serán transformadas en chatarra son las que estuvieron involucradas en procesos penales y las que fueron abandonadas por sus dueños hasta el año 2017. La empresa Electro 3 estará a cargo de las tareas de compactación que tendrán un plazo de seis meses para finalizarse. Posteriormente se trasladará el producto final hacia la refinería Acindar que recibirá los cubos con el material sólido comprimido.

Según indicó Pablo Basualdo, encargado de la empresa que ganó la licitación, a Diario Huarpe, “la planificación lleva su tiempo”. Además, informó que la compactación de cada unidad dura tres minutos, aunque posteriormente tiene que atravesar diversos mecanismos para evitar inconvenientes logísticos y administrativos. En primer lugar se hace la verificación con fuentes policiales de los dominios de cada vehículo que será compactado. El traslado de la unidad hasta el depósito es realizado por la misma Policía.

Luego de la compactación, la chatarra puede pesar entre 800 y 1.300 kilogramos.
Luego de la compactación, la chatarra puede pesar entre 800 y 1.300 kilogramos.

Son 12 los operarios que se encargarán de la descontaminación del rodado, vaciándolo por completo de combustible y otras sustancias líquidas. Después se le hace un venteo para extraerle el tubo de gas y el tanque de nafta. Posteriormente la carcasa es depositada en una plataforma elevada para quitarle los neumáticos. Las cubiertas y los tubos de combustibles quedan a disposición de la empresa que según las normas medioambientales tendrán un destino preestablecido.

Luego comienza la compactación, que dura entre dos a tres minutos y después el auto se convierte en un prisma de 1,20 x 0,80 metros con un número asignado listo para ser cargado en el camión cuyo destino es la refinería. Cada uno termina pesando entre 800 a 1.300 kilos.