Un proyecto para desarrollar el aprendizaje de yoga en las escuelas fue presentado desde la Asociación de Yoga de San Juan. Es que, estas prácticas fueron interrumpidas por la pandemia, ya que se venía trabajando desde hace años con alumnos de todos los niveles y modalidades.
Según sostuvieron desde la asociación, desde Educación se mostraron interesados en esta iniciativa. Ahora, esperan que se apruebe para poder trabajar en conjunto su posterior implementación. Nora Vargas, de la asociación, habló sobre esto con Diario La Provincia SJ y sostuvo: “Lo proponemos con varias modalidades, como taller, actividad extracurricular, que se implemente en las escuelas de doble jornada. Estamos de acuerdo que el yoga permite esa posibilidad de centrarse en uno mismo, bajar el nivel de ansiedad y entonces, poder enfrentar la vida escolar con menos rigidez y con un poco más de empatía”.
Por otro lado, presentaron una capacitación para los docentes. Está pensada como una actividad de corta duración, alrededor de 5 horas, para que puedan ir “tomando idea de qué son las técnicas de yoga, en el establecimiento escolar”. Además, Vargas aseguró que “es totalmente gratuito, para que todos los docentes tengan un acercamiento y de paso se lleven una herramienta, que le sirva para el aula. Independientemente que está muy bueno que nosotros entremos a dar clases con nuestros docentes especializados, formados en la Federación Argentina de Yoga a la que pertenecemos, pero que los docentes tengan un recurso personal y que puedan usar en el aula”.
Hasta la fecha, hay 20 docentes que ya han logrado finalizar su especialización. Además, es el profesor de yoga o el instructor quien decide si hacer el posgrado especializado en niños y educación. En ese sentido, Vargas resaltó que “la escuela tiene sus normas. Nosotros nos hemos ido adecuado a los tiempos entre recreo y recreo que es fundamental”. Durante el ciclo lectivo 2019, pre pandemia, las prácticas de yoga se brindaron a 8 establecimientos de nivel inicial y primario. Ya en 2020 empezaron a tener más demanda, pero tuvieron que suspender las actividades por el coronavirus.
“En los niños se refleja como una misma acción. Una clase en las clases dura un módulo hasta el recreo. En la secundaria dura entre 45 a 1 hora. Nos daban el primer módulo, y los profesores estaban agradecidos, porque como quedaban los chicos. Te ayuda a conectarte con vos y darte cuenta que no hay necesidad de dañar al otro”, indicó Vargas. Además, remarcó que “todas las veces, en donde hemos estado tuvimos muy buenos resultados y los docentes lo han podido apreciar. Eso es lo más bonito, es una cosa que al mes de la práctica continua ya hay diferencia”.
Finalmente, Nora resaltó que el modo de implementación de las técnicas dependerá de cada institución escolar y que para ello se adecúan a lo que les digan las autoridades. “Siempre nos dieron desafíos. Teníamos un grupo donde los docentes no sabían que hacer, con la cuestión relacional de los chicos, por falta de atención y ahí daban buenos resultados, nos daban un curso bullicioso para ver como podíamos sacarlo adelante. Hemos tenido experiencias en la Escuela Hogar durante dos años, en contra turno, esto les dio como un panorama distinto”, sentenció.