La jueza Mónica Lucero impuso una condena histórica a Eduardo Francisco Calvo, el hombre que atropelló y mató a Sabrina Romano mientras manejaba borracho. La magistrada condenó a Calvo cuatro años de prisión y diez de inhabilitación para conducir. Sabrina era una joven policía, que murió el 27 de abril del 2017 luego de que este hombre le pasara por encima. El fallo más duro hasta el momento había sido de 3 años y ocho meses de prisión por el caso Archerito.
El Código Penal prevé una pena máxima de 6 años para este tipo de delitos. La familia de Sabrina, que había pedido una pena ejemplar para, se mostró satisfecha con la condena aplicada. Yanina González, abogada de la familia de la joven víctima, le dijo a Tiempo de San Juan: "Hay que esperar que quede firme, todavía no hay noticias si la defensa apelará el fallo".
Calvo no fue condenado con la pena máxima porque tenía un atenuante: no tenía antecedentes penales previos al accidente. La defensa pidió tres años de prisión en suspenso y la fiscal Claudia Salica solicitó cinco años, finalmente la jueza decidió una condena intermedia entre ambos pedidos. Cuando el conductor atropelló a Sabrina, que tenía 23 años cuando falleció, tenía cerca de 2,8% de alcohol en sangre, cuando el permitido para circular es de 0,5%.