Se conocieron en un taller de folclore y nació un amor que desafía la edad y la pandemia

Ambos son adultos mayores. Comenzaron intercambiando mensajes por WhatsApp y hoy viven juntos.

Se conocieron en un taller de folclore y nació un amor que desafía la edad y la pandemia
A Hugo y Marta los unió el amor y la pasión por el folclore

La pandemia, de algún u otra manera, ha cambiado la vida de todos. Numerosos hábitos y costumbres han quedado, al menos momentáneamente, marginados. La obligada virtualidad ha impuesto nuevas maneras de relacionarnos de conocernos. La historia de Hugo y Marta es un ejemplo de que pese a las distancias y las restricciones, el amor puede florecer, aún en el otoño de la vida.

El romance golpeó a la puerta de esta pareja de adultos mayores, que se conocieron en los talleres de Folclore y Teatro de la Dirección de Políticas para el Adulto Mayor, pero no en forma personal, al menos al principio. Según detalló SI San Juan, con la pandemia, las clases debieron adoptar la modalidad virtual, ya que los participantes integran un grupo de riesgo.

Hugo y Marta
Hugo y Marta

Así fue como el dictado del taller siguió a través de WhastApp, y fue esa plataforma la que les permitió a Hugo y Marta conocerse. "Cuando comenzó la cuarentena en la provincia, yo me sentía triste, solo. Y en los grupos que tenemos por WhatsApp todos los compañeros confesábamos nuestras realidades y cómo nos estamos sintiendo. Y un día me animé y comencé a escribirle a mi compañera de danzas (Marta)", aseguró Hugo.

Su iniciativa prosperó y de apoco dio pie a una hermosa relación: "Con el correr de las semanas surgió un sentimiento entre nosotros, el más puro y bonito como lo es el amor. Desde entonces decidimos acompañarnos, entendiendo que el amor a nuestra edad sí es posible", añadió Hugo, emocionado.

Finalmente, ambos se animaron a conocerse y darse una nueva oportunidad en el amor. Hoy Hugo y Marta comparten la cotidianidad junto a sus respectivas familias y conviven en una pequeña casa, donde no faltan nunca las zambas ni las tonadas, y por supuesto, el amor.