Un gran escándalo entre bolicheros se desató en las últimas horas en la provincia de San Juan. Tres empleados de un conocido local bailable de Concepción fueron detenidos por realizar, al menos unas cinco veces, falsas amenazas de bomba a la competencia. Todos son relaciones públicas y quedaron a disposición del Tercer Juzgado de Instrucción por "infundir un temor público".
De acuerdo a la publicación de Tiempo de San Juan, los sujetos están acusados de llamar al 911 y alertar que en el boliche "La Llorona Bar" había un explosivo. Esto ocurría siempre en la madrugada del sábado, justo cuando tocaba la banda cuartetera Omega. Por los llamados extorsivos la policía llegaba al lugar, desalojaba a los civiles y luego personal de bomberos inspeccionaba la zona, corroborando siempre que se trata de una falsa denuncia.
Por estos llamados que perjudicaba seriamente al local, la policía detuvo a Marcos Nahuel (24) y Julio Sebastián Catalini (30) -quienes son hermanos, y un tercero identificado como Diego Cesar Leiva, de 33 años. Los tres, según fuentes cercanas a la investigación, hacían las llamadas privadas y nunca podían ser detectados. Recién pudieron dar con la banda cuando uno de ellos realizó la amenaza desde un teléfono particular.
Los tres trabajaban como RRPP en el boliche "HDP", la competencia de "La Llorona Bar". Tras ser detenidos quedaron alojados en los calabozos de la Central de Policía. Ahora serán juzgados por Guillermo Adárvez, del Tercero de Instrucción. Según el diario local podrían recibir una pena de entre 2 a 6 años de prisión.
"Hay una guerra por llevar gente", dijeron en la Fuerza.