El Ministerio de Salud Pública de Tucumán, bajo la dirección del doctor Luis Medina Ruiz, continúa promoviendo el fortalecimiento de la formación médica, a través de un innovador programa de pasantías rurales. Esta iniciativa, llevada a cabo en conjunto con universidades nacionales, permite a los estudiantes realizar prácticas en distintas comunidades, acercándolos a la realidad sanitaria de zonas alejadas de los centros urbanos.
En este contexto, el ministro recibió recientemente a estudiantes de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) y de la Escuela Superior de Medicina de la Universidad Nacional de Mar del Plata, quienes participaron de una experiencia formativa en Amaicha del Valle.
Una experiencia fundamental para los futuros profesionales
En este aspecto, el titular de la cartera sanitaria destacó la relevancia de esta iniciativa, afirmando: “Es fundamental que nuestros futuros colegas tengan contacto directo con las realidades de la medicina rural. La práctica que han realizado en Amaicha del Valle no solo les permitió aplicar lo aprendido en las aulas, sino que también les brindó una nueva perspectiva sobre la salud, una que considera el contexto social y cultural de cada paciente”.
Las pasantías fueron posibles gracias a un acuerdo firmado entre el Ministerio de Salud Pública de Tucumán y la Escuela Superior de Medicina de la Universidad Nacional de Mar del Plata, encabezada por el doctor Adrián Alasino. Al respecto, la doctora Laura Valente, docente de dicha institución, valoró la colaboración y resaltó la importancia de la práctica en los Valles Calchaquíes: “Esta práctica rural ha sido clave para nuestra formación, no solo por lo que aprendimos sobre salud, sino por lo que aprendimos sobre las personas y sus costumbres. En el campo, la medicina es más que un diagnóstico; se trata de un enfoque integral, que involucra tanto lo clínico como lo cultural”, destacó.
Integrando el conocimiento médico con la realidad rural
El campamento sanitario, realizado en Amaicha del Valle, también fue altamente valorado por los estudiantes de la UNT. La doctora María Eugenia Quinteros Nelle, docente y médica generalista, explicó que esta experiencia permitió combinar la formación académica con la práctica en un entorno rural: “Es fundamental que nuestros estudiantes se enfrenten a la diversidad de realidades que existen en el país. La medicina no es la misma en todos los contextos, y estas experiencias les permitirán ser médicos más completos y comprometidos”, afirmó la profesional.
Uno de los testimonios más significativos fue el de Yolanda Noelia Sorane Orosco, estudiante de séptimo año de la UNT, quien compartió su vivencia: “Al principio da miedo alejarse de la familia y llegar a una comunidad rural. Pero la gente de Amaicha del Valle nos recibe con los brazos abiertos. Aquí no solo aprendemos medicina, sino también sobre la cultura ancestral y la forma de vida de la población”, expresó.
Medicina y cultura desde una perspectiva integral
Además de proporcionar una sólida formación clínica, la pasantía en Amaicha del Valle permitió a los estudiantes acercarse a la medicina ancestral, en la que se conjugan prácticas tradicionales y modernas. Para los participantes, esta integración es esencial para brindar una atención médica más comprensiva y respetuosa de las costumbres de cada comunidad.
El compromiso del Ministerio de Salud Pública de Tucumán con estos programas de intercambio universitario abre nuevas oportunidades para que más estudiantes accedan a experiencias similares en distintas regiones de la provincia.
“Esperamos que este tipo de programas continúen creciendo y que cada vez más jóvenes médicos puedan formarse en contacto directo con las comunidades que más lo necesitan”, concluyó Medina Ruiz.
Este tipo de actividades refuerza el vínculo entre la educación universitaria y la realidad de las comunidades rurales, ofreciendo una formación más integral a los estudiantes y mejorando el acceso a la atención médica en estas zonas, a través de una visión más amplia y humanista de la salud.