Rodrigo González Miralpeix, fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, pidió la elevación a juicio de la causa que tiene como imputado a un hombre de 81 años, de quien se reserva la identidad para proteger a la víctima, acusado del delito de abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de su realización y duración, agravado por el vínculo y por la guarda, en perjuicio de una menor de edad, de 4 años, que es su bisnieta.
En el año 2015 la madre de la víctima, que en ese momento tenía 4 años, realizó la denuncia contra el bisabuelo de la niña. Según se desprende de la denuncia, los abusos habrían ocurrido cuando la menor quedaba a cargo de su bisabuelo en su casa del barrio San Isidro en la ciudad salteña de General Güemes. La madre relató que dejaba allí a su niña cuando tenía que estudiar.
En sus fundamentos, el fiscal penal Rodrigo González Miralpeix, sostuvo que los hechos fueron corroborados, fundamentalmente con el testimonio de la niña, quien además de poder contarle sobre los abusos a su madre, declaró en circuito cerrado de televisión, con relatos sostenidos en el tiempo y coherentes, que avalan la verosimilitud de los sucesos narrados y que sustentan la hipótesis delictiva.
Además, el fiscal indicó que del resultado del informe del Gabinete de Psicología del CIF, se desprendió que la niña presenta indicadores compatibles de haber vivenciado escenas de violencia sexual, que dejaron inscripciones y huellas compatibles con daño psíquico.