El legado ancestral de la cerámica es muy importante en la provincia de Salta, y aquellos que lo mantienen vivo son un foco de esta tradición. En Cachi, uno de sus más grandes exponentes es Rolando Velásquez, un hombre de 55 años que hace más de diez años da clases en el Taller de Artesanos Municipal.
Rolando ayudaba a su papá en los trabajos de alfarería cuando era chico, en el paraje La Paya. Esto lo llevó no solo a aprender sobre las técnicas y tradición, sino también a enseñarlas, puesto que en el pueblo no había nadie que se dedicara a la fabricación de cerámicas. Gracias a sus clases, esta tradición no se perdió y se convirtió en una gran fuente de trabajo.
El Taller de Artesanía Municipal está a una cuadra de la plaza central de Cachi, y permite no sólo que los interesados aprendan y realican distintas producciones, sino también que los turistas e interesados visiten y puedan apreciar el proceso donde nacen tazas, vasos, floreros, platos, jarras y mucho más. Todo es realizado con tres simples materiales: algún cerámico para hacer formas de barro, un cuchillo y, especialmente, las manos.
Durante la cuarentena, sin embargo, el lugar tuvo que permanecer cerrado, lo que significó que los estudiantes debieran detener sus clases. Entre los alumnos de Rolando, se destacan las mujeres emprendedoras como Patricia Escobar, que toma clases hace más de diez años y su sueño era convertirse en alfarera; o Condori Cristina del Milagro, quien remarcó en diálogo con La Gaceta la importancia de realizar todo de forma manual, sin moldes ni tornos.
Invitan a todos los turistas e interesados a pasar por el lugar para conocer los productos que están realizando, o para comprarlos. Los horarios de atención son de 15 a 18 horas.