El sábado 14 de noviembre a la madrugada, un brutal asesinato conmocionó a los vecinos de la calle Talcahuano al 100, en el centro salteño, a pocas cuadras de Plaza Alvarado.
Alrededor de las 6 de la madrugada, una vecina escuchó disparos y llamó a la Policía. Cuando los efectivos llegaron al lugar encontraron el cuerpo de una mujer, identificada como Valeria Liendro, una empleada del Poder Judicial, tendido en la puerta de su vivienda. Otra mujer le había disparado durante una discusión.
Horas más tarde otra mujer se comunicó con el 911 para avisar que su hija, Paola Judith Maita, quería quitarse la vida tras confesarle que había asesinado a su expareja. Cuando los efectivos llegaron al domicilio, en Alvear al 700, la joven ya estaba muerta.
El fiscal penal 3 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Gustavo Torres Rubelt, es quien se encuentra a de la investigación del homicidio de Valeria Noemí Liendro Ríos y el suicidio de su agresora, Paola Judith Maita, ambos hechos ocurridos el pasado 14 de noviembre.
Torres Rubelt señaló que el reporte preliminar de la autopsia arrojó que Liendro Ríos recibió tres disparos de arma de fuego, heridas que le provocaron la muerte en pocos minutos, ya que cuando la ambulancia llegó al lugar, no había nada que pudieran hacer.
Por otra parte, el fiscal reveló que la agresora, Paola Judith Maita, quien fue encontrada sin vida en su casa de la calle Alvear, murió luego de consumir una sustancia tóxica. Información que se desprende del informe toxicológico que realizó personal del CIF. Además, la mujer de 34 años dejó una carta en la que expresó los motivos que la llevaron a tomar tal decisión.