La demolición de una antigua casona ubicada en pleno centro salteño generó indignación en quienes valoran los monumentos históricos y también en las propietarios que la habían donado a una institución religiosa con un fin solidario.
La casa, ubicada en la esquina de Caseros y La Madrid, fue donada (a cargo) hace una década por la familia Franzini al Opus Dei para que sea un centro de retiro. Sin embargo, la congregación religiosa se la alquiló al colegio Uzzy, donde funcionó el jardín de infantes de la institución educativa. Esta decisión molestó a los Franzini, quienes en su momento le enviaron al Opus Dei una carta documento para recordarle el fin de la donación. Actualmente, la casa está en ruinas porque la están demoliendo, y la familia exige que detengan las obras para que finalmente sea declarada patrimonio provincial por su valor histórico.
El hecho se conoció a través de la denuncia pública de una mujer llamada de Teresa Zamora, quien publicó las imágenes de la casona reducida a escombros en su cuenta de Facebook. “La Caseros es una casona, en pleno centro de Salta, donada hace 10 años con el único fin de devolverles la fe y la esperanza a quienes más lo necesitaban. Hoy, después de haber lucrado con ella, la demuelen si necesidad. Sin respetar las voluntades de quienes donaron y sin respetar el valor histórico y patrimonial que tiene. El casa se entregó en perfecto estado de conservación como se ve en las fotos y hoy la demuelen sin justificación”, manifestó Zamora.
Luego, Belén Franzini, integrante de la familia que donó el inmueble, compartió las palabras de Zamora e hizo una reflexión al respecto. “Queda así demostrado que a veces la única finalidad de aquellas instituciones que se dicen Cristianas lejos están de serlo, que no solo arremeten contra la historia y la herencia de una familia completa sino también contra los mismos deseos que se tuvieron al poner el bien en sus manos”, sentenció.