Luego de llevar dos camionetas e innumerables donaciones, Santi Maratea vivió momentos de tensión con la comunidad wichí

Una multitud comenzó a cuestionar el involucramiento de Omar y de la Fundación Pata Pila en la administración de las camionetas. El influencer se vio obligado a regresar a Embarcación con custodia policial.

Luego de llevar dos camionetas e innumerables donaciones, Santi Maratea vivió momentos de tensión con la comunidad wichí
Santi Maratea y Omar, referente de la comunidad wichí de Misión Chaqueña, Embarcación, Salta

Un triste e inesperado final tuvo la viral campaña del influencer Santi Maratea, quien gracias a una iniciativa propia, recolectó más de tres millones de pesos de sus seguidores con el objetivo de comprar una camioneta y transformarla en ambulancia, y ponerla a disposición de la comunidad wichí en Misión Chaqueña, Embarcación, provincia de Salta.

El influencer y su equipo debieron ser transladados desde Misión Chaqueña hasta la ciudad a bordo de camionetas de la policía debido a la tensión que se generó con la comunidad wichí por la tenencia de los vehículos.

Santi Maratea en la camioneta de Policía
Santi Maratea en la camioneta de Policía

Asesorado por su equipo, el joven decidió que la mejor forma de administrar una de las camionetas era transformarla en un centro de desnutrición ambulante y ponerla a manos de una fundación, en este caso, la Fundación Pata Pila, quien debía mantenerla con 200 mil pesos por mes. La otra camioneta estaría a disposición de la comunidad por medio de Omar, el único con licencia de conducir.

Sin embargo, la nueva comisión electa de la comunidad comenzó a cuestionar el proceder, a lo que Maratea y Omar explicaron paso a paso el por qué de la elección de la fundación, las razones monetarias que impulsaron a que esta se ocupase de la camioneta, y cómo se manejarían con la camioneta que queda en manos de la comunidad. El cacique y el presidente de la comisión en principio pidieron explicaciones, pero luego estuvieron de acuerdo. Maratea describió en sus historias las tensas preguntas que le fueron haciendo, algunas con bronca, otras simplemente para comprender.

El joven describió que cuando parecía que todo se había calmado, un hombre de la comunidad, que Maratea mencionó, pertenecía a un grupo político, pidió la palabra y comenzó a hablar en wichí.

Santi Maratea debió salir de Misión Chaqueña con custodia policial.
Santi Maratea debió salir de Misión Chaqueña con custodia policial.

“Yo no entendía un carajo, pero Omar, que sí. Y así estuvo hablando como 5 minutos, y de repente Omar me dice “Está incitando a la violencia, es mejor que nos vayamos”. El joven y su equipo regresó a la casa de Omar y se subieron a las camionetas para regresar a Embarcación a buscar las donaciones. “Nos subimos a las camionetas, y ahí se llenó de gente”, cuenta el influencer en una de las historias, visiblemente afectado.

El joven describió que nuevamente tomaron la palabra y volvieron a explicar como administrarían las camionetas. “Terminó estando todo bien. Pero una persona se nos acercó y nos dijo “Estamos en total desacuerdo de lo que estás haciendo, pero muchas gracias”. No me sentí muy bien la verdad, pero lo respeto”, confesó.

Luego el equipo se despidió de la familia de Omar y nuevamente subieron a las camionetas. “De repente llegó un policía y le dice a Omar “Vos sabés que no te quieren dejar salir, no te van a dejar salir”, y nos cuenta que cortaron la ruta. Osea, hicieron como una especie de piquete en la ruta para frenarnos cuando vayamos con las camionetas y sacarnoslas”, cuenta el joven en su historia.

La policía les recomendó salir con ellos para evitar un conflicto con la comunidad, a lo que Maratea y su equipo accedió.

Una vez que llegaron a Embarcación, la fundación Pata Pila se comunicó con ellos y les dijo que preferían no involucrarse con las camionetas en Misión Chaqueña, ya que había visto demasiada desconfianza por parte de la comunidad wichí.

“El de Pata Pila nos dice “Che, yo me bajo”. Osea, la fundación interpretó que se hicieron las cosas mal o se comunicaron mal y ahora en la comunidad todos iban a creer que ellos eran unos chorros por quedarse con la camioneta y convertirla en un centro de desnutrición móvil”, contó el joven.

El equipo quedó varado sin medio de transporte a Jujuy en la plaza de Embarcación, intentando resolver el tema de la facturación de las camionetas con el contador de Omar.

Finalmente ambas camionetas quedaron a nombre de Omar para utilizar a disposición de la comunidad wichí, que era lejos de la idea original de convertirlas en centro de desnutrición o asistencia médica, pero al bajarse la fundación quedaron sin demasiada opción.

Maratea aseguró que Omar no corre ningún riesgo ya que la policía se comprometió a monitorearlo. Lamentablemente la policía poco puede hacer cuando se trata de las comunidades, que tienen sus propias leyes y procederes.

Finalmente, arribó a la plaza el camión con todas las donaciones, que debido a su tamaño no podía entrar directamente a Misión Chaqueña. El joven explicó que al no contar con la camioneta para llevar las donaciones en un par de viajes, debieron guardarlas en la intendencia.

Firmaron un documento con el intendente Carlos Funes, donde se establece que las mismas son para la comunidad wichí de Misión Chaqueña y que serían entregadas oportunamente.

El documento firmado en el que la intendencia se compromete a entregar las donaciones.
El documento firmado en el que la intendencia se compromete a entregar las donaciones.

Maratea contó también que un medio local los acusó de “desviar” las donaciones, y los acusó de tergiversar sus palabras.

Finalmente, el influencer y su equipo pudieron llegar a Jujuy, probablemente desilusionados por el resultado de sus esfuerzos, y aunque las donaciones llegarán a las personas, el destino de las camionetas es incierto debido a la desconfianza y las internas en la comunidad.