El próximo lunes comienza el juicio por el femicidio de Jimena Salas, y en el banquillo de los acusados estarán Sergio Vargas, un vendedor ambulante imputado como participe secundario del hecho, y el viudo de la víctima, Nicolás Cajal, imputado por encubrimiento agravado en perjuicio de la Justicia. Sin embargo, la realidad es que el o los autores materiales del brutal asesinato todavía están libres, no serán juzgados. Ninguna prueba llegó a él o ellos. Sólo encontraron una foto que Jimena había tomado desde su celular antes de ser asesinada, donde se ve las manos y el cuerpo a un hombre cargando un perro. No hay rostros. No hay culpables presos.
A pocos días del juicio, el abogado de Cajal, Pedro Arancibia, resaltó que en el juicio debe quedar en claro que su defendido es inocente, al igual que el otro imputado, Sergio Horacio Vargas. “Lo ideal hubiera sido un juicio de debate con los verdaderos asesinos de Jimena Salas”, resaltó el letrado en una entrevista con FM Profesional. Además calificó a la acusación contra Cajal como “totalmente absurda”, también resaltó que su defendido no pudo constituirse como querellante y siempre tuvo una actitud colaborativa con la Justicia.
Por su parte, el abogado de Luis Vargas, Luciano Romano, también fue crítico con la elevación a juicio de la causa y cuestionó la falta de pruebas que sustenta la acusación contra su cliente. “La Fiscalía mantiene hipótesis sobre el hecho ya que no tiene autores materiales y se basa en testimoniales de vecinos”, remarcó el abogado en CNN Salta. Romano manifestó que su defendido sabe que la única manera de demostrar su inocencia es en el debate.