El abogado del joven acusado de asesinar a la docente Sandra Palomo en agosto de 2019 había solicitado que en su carácter de menor de edad sea restituido a su mamá pero el juez Luciano Martini rechazó el pedido, y dictaminó que continúe alojado en el Centro de Jóvenes en Conflicto con la Ley Penal 1.
El adolescente, quien ahora cumplió 16 pero en el momento del femicidio tenia 15 años, realiza un tratamiento psiquiátrico y psicológico en el centro donde vive actualmente por disposición judicial porque por su edad es inimputable. Está imputado como autor del delito de “homicidio calificado por alevosía, ensañamiento criminis causa y por mediar violencia de género en perjuicio de Sandra Sylvia Palomo”.
El magistrado Martini recordó que en el Derecho Penal argentino existen dos clases de sanciones dispuestas a modo de regla/excepción: por un lado la pena (regla general) y la medida de seguridad que es aplicable en caso de inimputabilidad y que persigue fines educativos o curativos y que además requiere que el sujeto resulte peligroso para sí o para terceros (regla excepcional).
Los profesionales en psiquiatría sostuvieron lo peligroso que significa el joven no solo para terceros sino también para sí mismo. De acuerdo al análisis pormenorizado que los especialistas realizaron en torno al menor, se trata de un sujeto con un grado de peligrosidad importante.