A principios del 2000, Mariano Cebrián se fue de Salta en búsqueda de un futuro en el mundo del tenis profesional, pero los planes de la vida lo llevaron por otro camino, y hoy tiene un emprendimiento familiar que celebra la comida típica argentina, en Tennesee. Ha tenido invitados de todos los estratos sociales, pero entre los más notables está el círculo cercano de Barack Obama, expresidente de los Estados Unidos.
Hace unos días, su nombre volvió a florecer gracias a una nota de La Nación de la periodista Jimena Barrionuevo, quien repasó su historia como el argentino que cocina asado para algunas de las figuras más importantes del país de Norteamérica. En esta entrevista, el salteño remarcó que surgió en Gimnasia y Tiro, y que gracias a ello pudo viajar a distintos rincones del mundo incluyendo distintas ciudades de los Estados Unidos.
El tenis le abrió las puertas
Entre sus 12 y 16 años, Mariano compitió con grandes como Carlitos Berlocq, Brian Dabul y Pico Mónaco, en una época de superación de sacrificio que lo marcó para toda la vida. Fue el apoyo de sus padres y la pasión por el deporte lo que resumió su infancia, aunque significara no compartir otras experiencias típicas de adolescente. Sin embargo, Mariano no se arrepiente, sosteniendo que ese sacrificio de viajes y largos entrenamientos le abrieron las puertas al resto del mundo.
Tras una carrera deportiva importante en el tenis, colgó la raqueta en el 2003 y se instaló en la ciudad de Milledgeville, Georgia cerca de la Universidad local para estudiar Psicología, con un master posterior en negocios. Siguió jugando por diversión, pero se le sumaron horas de mucha actividad y estudio, conociendo a personas y culturas de todo el mundo. Durante los veranos viajaba a East Hampton, Nueva York para enseñarle a niños y adultos a jugar al tenis, y con esos ahorros se pagaba lo que la beca de la universidad no cubría.
Fue en el comedor de esta misma universidad donde conoció a Angelina, quien se convertiría en su esposa tiempo después. Compartieron comidas y postres, se pusieron de novios y, cuando ella consiguió un buen trabajo en marketing en Chattanooga, del estado de Tennessee, decidieron trasladarse allí.
El inicio de The Asado Experience
Pasaron los años, y en el 2011 el salteño empezó un negocio de importación de vinos con el cual empezó a trabajar con dos bodegas de Mendoza y una de Salta, lo que abrió las puertas para un proyecto único. La pareja había organizado varios asados para familiares y amigos, cuando uno de ellos les preguntó si podían hacer uno para un cumpleaños. Noches más adelante, mientras acomodaban los platos en la cocina, surgió la idea de montar una empresa de catering boutique que se dedicara a eventos a puro fuego, con el servicio del asado familiar. En este sistema, cada elemento de la parrilla sale escalonado cada 10 minutos, con un gran énfasis en el servicio personalizado y el slow down que, según Mariano, es lo que más le cuesta a los norteamericanos.
Además, destacó que es el estilo de asado que le enseñó su padre en Salta, y que siempre le gustó mucho por permitir probar un poco de todo y no llenarse rápidamente. Aunque venía preparando asados grandes desde la universidad para familiares y amigos, explicó que hacerlo de forma profesional fue una sensación completamente distinta.
Se explayó sosteniendo que las barbacoas norteamericanas se basan en cocinar todo al mismo tiempo, con una mesa tipo buffet donde cada persona se sirve lo que desee, cuando lo desee. Esto hace que la comida se enfríe, que nadie se siente a comer, y que se tiren los platos de plástico, cubiertos y sobras como si nada. A pesar de ser un sistema práctico, es completamente distinto al asado argentino: The Asado Experience ofrece una picadita con vermut, una empanadita o choripán de entrada y diferentes carnes; una experiencia cultural que cambia completamente la visión sobre la comida.
Sirviendo a los más grandes
Gracias a carniceros argentinos, pudo conseguir los mejores cortes para su emprendimiento, que prosperó rápidamente. Se presentaron en celebraciones y casas de personajes muy importantes, incluyendo una fiesta en East Hampton, Long Island, Nueva York, a la que estaba invitado el expresidente de los Estados Unidos, Barack Obama. El anfitrión era su mano derecha financiera y cumplía 50 años. Aunque finalmente Barack no puedo llegar al asado, se constató su invitación por estar en un video de saludos durante el postre.
También organizaron un asado íntimo para Steve Kroft, un famoso conductor de televisión, corresponsal del show de periodismo investigativo 60 Minutes. Cada detalle de los eventos está cuidadosamente calculado, incluyendo las tablas de madera, vasijas de barro de Salta, cubiertos Tramontana, parrillas fabricadas en nuestro país, Chimichurri, folklore y tango.
Cada porción es chica y se sirve personalmente al estilo Rodizio cada 10 minutos, probando todas las variedades y buscando que los comensales no se llenen rápido. Se sirve la carne en tablitas de madera, y no hay pan en la mesa. Para el postre, no pueden faltar los duraznos con crema, flan de dulce de leche, la torta de chocolate con frutillas o miel y bayas rojas.
Finalmente, Mariano compartió su felicidad por vivir en Chattanooga con Angelina, en un barrio tranquilo que está a dos cuadras del dique y represa, lo que les permite disfrutar del mountain biking, triatlones, hiking y actividades en el agua, a corta distancia de su casa.