Cerca del mediodía del sábado, comenzó una cinematográfica persecución en la capital salteña a raíz de que la policía detectara un conductor circulando a toda velocidad y pasando semáforos en rojo sobre la avenida Bicentenario, cerca de la zona de Tres Cerritos.
Además del conductor, había un pasajero en el asiento del acompañante, y circulaban a 80 kilómetros por hora por la avenida en pleno día. Dos policías motorizados intentaron interceptarlos ordenando que se detengan, pero los jóvenes hicieron caso omiso e intentaron esquivar a los efectivos a gran velocidad.
En un punto, la policía logró detenerlos en la primera rotonda de Tres Cerritos, pero los jóvenes maniobraron y se escaparon nuevamente del control. Gracias a la colaboración de taxistas que fueron testigos de la persecución y de los vecinos que notaron el peligro de la velocidad a la que circulaban por las calles de Tres Cerritos, la policía logró dar con el vehículo en la calle Las Rosas al 100.
Allí fueron detenidos luego de colisionar contra un árbol y un poste, denotando su estado de ebriedad y urgencia de esquivar los controles, y la rueda izquierda salió despedida, impactando contra una reja, lo que pudo haber terminado en tragedia.
Los jóvenes fueron esposados, y al intentar coimear a los efectivos, abucheados e insultados por los vecinos.