José Miguel Farfán, de 58 años, y uno de los narcos más buscados del país, fue apresado finalmente el último miércoles en el vecino país de Bolivia. En los últimos 20 años, Farfán estuvo tras las rejas en cuatro oportunidades, aunque ahora se encontraba prófugo desde 2015, acusado de formar parte de una estructura criminal que introducía cocaína al país en aeronaves que ingresaban ilegalmente desde Bolivia, y también con la modalidad de "bombardeo".
Farfán se encontraba en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra al momento de ser apresado, y estaba acompañado de su hijo de 18 años. Según oficiales a cargo de la investigación era protegido por su familia, que lo ayudaba a ocultarse.
Además de sus actividades de tráfico de estupefacientes, Farfán figuraba en la causa abierta contra el ex juez federal de Orán Raúl Reynoso, quien se encuentra preso acusado de proteger no sólo a Farfán, sino también a otros narcos a cambio de suculentos sobornos. No es Reynoso el único juez involucrado: Antonio Solá Torino, ex miembro del Tribunal Oral Federal de Salta, fue condenado porque habría recibido sobornos de Farfán.
El operativo de captura fue un trabajo de colaboración entre Gendarmería Nacional Argentina y la Policía de Bolivia y se denominó "Luna Rosa", estaba supervisado por el Ministerio de Seguridad de la Nación.
Al respecto, la ministra de seguridad Patricia Bullrich expresó que "Estamos muy satisfechos porque, una vez más, la cooperación en el ámbito internacional arroja resultados concretos en materia de lucha contra el narcotráfico. Para combatir a las bandas trasnacionales tenemos que seguir profundizando los lazos con los países de la región, promoviendo el trabajo en equipo con vistas a un objetivo común: llevarles tranquilidad a los ciudadanos"