El mecánico salteño Juan Siclera cuenta como funciona su moto anfibia

Juan Siclera se hizo conocido a sus 62 años por construir una moto anfibia que funciona con agua como combustible. Reside en el pueblo de Campo Santo, en la provincia de Salta, donde trabaja como gomero; pero su curiosidad innata lo llevó a incurrir en la reparación de bicicletas y motos, además de ser propietario de una radio FM. 

A raíz de su interés como radio aficionado, entabló amistad con un ingeniero de Chubut de origen alemán, momento en que comenzó la historia que se hizo conocida hace pocas semanas, en la que construyó su moto anfibia.

"Fue hace unos 16 años que este amigo chubutense nos habló de la posibilidad de hacer funcionar autos con agua, nos envió los planos para que realicemos una prueba, nos contó que esta tecnología era la usada para la propulsión de los misiles, nosotros poco sabíamos sobre química, electricidad, moléculas y esas cosas, pero cuando recibimos los planos los seguimos la pie de la letra y logramos hacer funcionar una moto, porque no teníamos un auto para experimentar. No fue difícil lograrlo, en esa primera moto funcionó, pero había mucho por corregir, después lamentablemente mi hermano falleció y el proyecto quedó postergado", contó Siclera a El Tribuno.

El ingeniero chubutense les puso la condición de que una vez realizado el proyecto, se destruyeran los planos, y Juan lo siguió al pie de la letra, "nosotros cumplimos con esa parte, cuando la moto pudo andar, rompimos los planos, pero yo retuve todo en mi cabeza, siempre me sentí motivado a retomar el proyecto, pero por una u otra cosa no lo hacía, hace un par de semanas me decidí y comencé de nuevo. Todo lo que tiene lo fabriqué, muy pocas cosas son compradas, los gastos hasta el momento suman más de $12.000".

Al iniciar el motor, no se siente el característico olor a gases de combustión, sino todo lo contrario, y del caño de escape caen algunas gotas de agua

"Aún me falta mucho por hacer, como podemos apreciar tiene muchas cosas desordenadas, mangueras, recipientes y batería dispersas por el suelo, esto en un auto se puede acomodar pero en una moto es más difícil, lo que debo hacer es lograr compactar el sistema y que se pueda acomodar en la moto, con eso podría salir andando. Con mi hermano ya lo hicimos, logramos dar unas vueltas", manifestó.

El mecánico hizo hincapié en el hecho que no entiende de química y física, sino mas bien siguió instrucciones precisas para poder construir el prototipo. El mismo utiliza además de agua, energía eléctrica por medio de una pequeña batería que aún no está incorporada dentro del prototipo.

A su vez, explicó que la construcción y mejoramiento de su prototipo es un hobbie y que no pretende comercializalo.