El caso comenzó como una causa por femicidio, pero poco después derivó en otra investigación, una vez que las fotos de la víctima comenzaron a circular por WhatsApp, informó TN.
La Justicia comenzó entonces a investigar la filtración de las pruebas y finalmente imputó a un sargento de la policía de Salta por incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Jéssica González, una la estudiante de abogacía, fue raptada y asesinada por Raúl Pérez, un hombre que conoció en una iglesia. Su cuerpo fue encontrado en la madrugada del 21 de septiembre en un hotel alojamiento del barrio Villa Palacios, de la ciudad de Salta. El cuerpo de la mujer estaba en el piso y había sufrido varias puñaladas.
Ahora, el sargento Gustavo Federico Sajama está imputado por haber filtrado las imágenes de la escena del crimen a sus contactos de Whatsapp.