Poco se sabe acerca del crimen de una mujer en la calle Talcahuano al 100 a pocas cuadras de la Plaza Alvarado. Tampoco hay personas detenidas porque la única responsable del homicidio se quitó la vida. Queda el dolor de dos familias que no pudieron evitar la tragedia.
El hecho ocurrió alrededor de las 6 de la madrugada del sábado pasado en la puerta de la vivienda de la víctima, Valeria Liendro. Sucedió minutos después de su mamá le dijera que entre a la casa y desayunen pero ella le respondió que la espere adentro. Estaba con su expareja, Paola Maita, conversando dentro de su auto.
La mamá de Valeria obedeció su pedido y entró a la vivienda. Minutos después ella y algunos vecinos escucharon los disparos. Un remisero que pasaba por el lugar le avisó a la familia Liendro que su hija estaba tendida en el piso. Paola salió corriendo. La vio un empleado de Agrotécnica Fueguina que intentó detenerla pero la perdió de vista. Ella llegó al inquilinato donde vivía y se quitó la vida. Antes llamó a su mamá y le pidió perdón por lo que había hecho.
La madre de Paola contó que su hija estaba muy mal por la ruptura con Valeria, y que desde hace un tiempo realizaba tratamiento psicológico porque no aceptaba la separación.
