Los boliches salteños cerraron sus puertas siete meses atrás, y por el momento no tienen una fecha aproximada para volver a funcionar. Por esta razón, los dueños replantean la posibilidad de volver a trabajar pero como confiterías, para evitar también que se multipliquen las fiestas clandestinas.
Como comunica Informate Salta, el empresario Mario Delaloye expresó que la posibilidad sería abrir como confitería para aprovechar la temporada de verano, colocando sillas y mesas para grupos con una cantidad máxima estipulada por el gobierno.
Especialmente, sostienen que sería una buena opción para contener a las personas que quieren salir y, al no poder, realizan reuniones clandestinas en casas privadas. El empresario agregó que la cantidad de fiestas ilegales aumentarán en verano, por lo que sería importante brindar esta posibilidad.