El lunes cerca de la medianoche falleció Jazmín Arroyo, la niña salteña de tan solo nueve años que luchaba contra un cáncer que le había tomado los huesos, diagnosticado en junio y un tumor en una de sus piernas.
La historia de Jazmín tomó relevancia cuando trascendió a los medios en el mes de agosto, y a partir de entonces se hizo un lugar en el corazón del público con el apodo de la "princesa". Según consigna Fm Profesional, la niña fue diagnosticada en el Hospital Materno Infantil por una fractura, y allí le dieron el terrible diagnóstico de la enfermedad irreversible.
En octubre la madre de Jazmín publicó un desesperado pedido de ayuda porque se encontraba sin trabajo, al igual que el padre quien está incapacitado luego de haber sufrido un accidente automovilístico, y tenía que cuidar de su hija, y el caso volvió a tomar relevancia en los medios locales.
Jazmín había manifestado que su sueño era "ser una princesa" y los vecinos organizaron una colecta para donarle un vestido, una peluca y una corona para que Jazmín pueda cumplir su sueño. "No tengo miedo, tengo cáncer, pero Jesús tiene un mundo mejor para mí", había dicho la niña.
Jazmín vivía en el barrio Castañares, en la zona norte de la Capital salteña, con sus padres y cinco hermanos mayores.