El exintendente de Pichanal, Julio Jalit, autor de la polémica frase "hasta para robar hay que ser inteligente... y yo soy muy inteligente", está cada vez más complicado. Desde 2019 está imputado por enriquecimiento ilícito. Ahora se sumaron nuevas acusaciones en su contra.
La fiscal penal Mónica Araceli Viazzi lo imputó también por los delitos de estafa por fraude a la administración pública; negociaciones incompatibles con la función pública; peculado de servicios. Todo hechos de forma reiterada.
También por enriquecimiento ilícito reiterado; utilización de residuos peligrosos (que contaminaron de un modo peligroso para la salud el suelo, el agua, la atmósfera y el ambiente en general); omisión maliciosa de presentar y por falsear u omitir insertar datos en las declaraciones juradas patrimoniales y fraude a la administración pública por administración infiel. Todo en concurso real.
Jalit se presentó este lunes pasado en la Fiscalía y anticipó que declarará por escrito. Además, la fiscal Viazzi imputará a otras ocho personas.
De la investigación surgió que el exjefe comunal emitió casi 1400 cheques irregulares, que sumarían más de $23.000.000 aproximadamente. En base a la documentación recabada de entidades bancarias, juzgados de Minas y otras fuentes de la investigación, la fiscal entendió que Jalit incurrió en el delito de negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas. Autorizó la salida de fondos, órdenes de pago y cheques y otros, que representaban a los intereses de empresas co-contratantes y no a la entidad pública estatal que representaba.
También se corroboró que al menos durante 2014, 2017, 2018 y 2019, el exintendente Jalit, conjuntamente con el tesorero Ricardo Murúa, emitió 1.394 cheques, que totalizan la suma de $ 23.494.711,00.
Por otra parte, Jalit incurrió en el delito de omisión maliciosa de presentar y por falsear u omitir insertar datos en las declaración jurada patrimonial. Con respecto del delito de contaminación ambiental imputado a Jalit, se probó que el exfuncionario mandó a proceder al vertido y vaciado de la totalidad de la recolección de residuos domiciliarios, patógenos y líquidos cloacales en un sector cercano río San Francisco, entre otros delitos.