El corto salteño Hay Coca se realizó en el 2017 gracias al concurso Historias breves del Instituto Nacional de Cine y Artes Visuales, en cinco intensos días en el paraje El Alfarcito, a más de 2.800 metros de altura.
Tras semejante esfuerzo, el corto recibió premios en distintos festivales, incluyendo a fines del mes pasado, cuando se consagró ganador de "Mejor corto de ficción" del Séptimo Festival de las Américas de Nueva York, Estados Unidos. El director José Issa agradeció al jurado a través de un video en las redes, a causa del contexto de pandemia.
La entrega del premio estuvo a cargo de Carlos Velázquez, quien expresó que Hay Coca ganó por su actuación y bella cinematografía. Los actores principales del corto fueron Cástulo Guerra y Roly Serrano, y filmaron principalmente en el paraje El Alfarcito, en Quebrada del Toro.
La historia transcurre en 1970, en los años previos al inicio de la última dictadura en la Argentina. Richard, el personaje de Guerra, huye al norte de Salta con un paquete que debe entregar en Tolar Grande. En plena puna salteña, se encuentra con Victorio, el personaje de Roly Serrano, su amigo de toda la vida. Al día siguiente fallece Richard, y queda en manos de Victorio entregar el paquete que nunca fue abierto.
En diálogo con Página 12, el director expresó que su corto es un canto a la amistad y un "tributo a la autodeterminación a raíz del afecto y el compromiso que puede generar la amistad o el valor de otra persona". Se cruzan dos espacios en un contexto de opresión: el mundo ferroviario y el artístico, ambos víctimas de la censura de un sistema dictatorial.
El nombre del corto hace referencia a las hojas de coca, pero también a Coca Sarli, un elemento turístico cultural argentino. La filmación en la puna significó un gran desafío para el equipo, por el clima frío y seco, pero fue clave no sólo por su paisaje, sino porque "el equipo estaba viviendo lo que Victorio vivía en relación a la travesía en la puna".
Issa agradeció profundamente a Guerra y Serrano por entregarse al rodaje sin importar las dificultades: "Se hizo como un corto amable porque ellos se habían brindado, y era una presión que de alguna manera me jugó a favor porque tenía que corresponder esa solidaridad".
El corto también había sido premiado como "Mejor cortometraje dramático" en el Festival Internacional de Cine de Kentucky, así como también Roly Serrano recibió el premio a "Mejor actor" en el Festival del Sur de Hollywood en 2019.