El pasado fin de semana se vivieron situaciones extrañas y sorprendentes en distintos bares y restaurantes de la capital de Salta. Y es que en plena etapa de distanciamiento social, los locales gastronómicos pudieron extender sus horarios, pero los controles policiales a los mismos se volvieron mucho más estrictos.
Grande fue la sorpresa de muchos salteños mientras comían, y disfrutaban de la compañía de sus amigos y familia, cuando ingresaron a los locales policías con un traje blanco y cámaras GoPro en la cabeza, filmando el procedimiento y registrando los rostros de los comensales.
Más de 100 efectivos trabajaron en el operativo de control a 150 locales gastronómicos, controlando el cumplimiento del distanciamiento social y el horario de cierre. Cómo saldo del operativo, 17 locales, entre restaurantes y bares fueron multados, principalmente por incumplimiento del distanciamiento social y por excederse en el horario de cierre.