La quinta paciente con COVID-19 en Salta siente miedo y angustia. El 12 de mayo le confirmaron que tenía coronavirus. Ese día la puerta de la casa donde estaba aislada en Rosario de Lerma (Salta) se llenó de vecinos embravecidos que le arrogaron piedras. La insultaron, difamaron y quisieron lincharla por tener coronavirus.
Tiene 29 años y es trabajadora temporaria. Había llegado desde el sur del país y hacía cuarentena en la vivienda de su tía cuando personal sanitario del Hospital de Rosario de Lerma le hizo hisopado. El testeo dio positivo, ella nunca tuvo síntomas. Es la quinta paciente confirmada con coronavirus en Salta.
En una cuestión de minutos, su día se convirtió en un infierno. Está internada en el Hospital Papa Francisco y aunque un segundo arrojó resultados negativos todavía no le dan el alta. "Estoy muy mal de ánimo, muy preocupada por lo que pasó, preocupada por mi familia. Cuando nos den la libertad a mi prima y a mí voy a buscar asistencia de la Justicia por lo que pasó en Rosario de Lerma", dijo en una entrevista con El Tribuno.
La mujer responsabilizó al ingeniero Sergio Ramos por lo que pasó el 12 de mayo en barrio Islas Malvinas de Rosario de Lerma. Dijo que él sabía donde se alojaban los repatriados en el pueblo y que incitó a los vecinos para que la agredan. "Ramos quiere sacar al intendente Enrique Martínez. Entonces me agarraron de punto a mí porque sabía que el intendente autorizó que hagamos el aislamiento en Rosario de Lerma", reveló.
Finalmente, la paciente recalcó que no contagio a nadie. A la prima que vivía con ella, le dieron negativos los estudios, también a otra pariente que les llevaba comida.
