Una mujer que se desempeñaba como empleada doméstica en una vivienda del barrio salteño El Tipal denunció que los dueños de casa la obligaron a romper el aislamiento obligatorio por el coronavirus para ir a trabajar y que luego la despidieron.
También contó que la escondían en el baúl del auto para que los guardias de seguridad que están en la entrada del barrio privado no se dieron cuentan que iba a trabajar.
En su denuncia, la mujer relató que el dueño de la casa es abogado y que valiéndose de su profesión la amenazaba con despedirla si no iba a la casa a cumplir sus funciones. Aseguró que también la maltrató, la acusó de haberle robado papel higiénico y luego la echó.
Ella radicó su denuncia en la comisaría de San Lorenzo, donde además dejó sentado que sus jefes la hacían ir a trabajar y no le proveían ningún elemento de protección en relación al COVID19.