En abril de 2019, en Salta, una joven de 19 años con retraso madurativo estaba en la casa de un hombre de 60 años, junto a dos amigos de él. El dueño de casa le ofreció una gaseosa y, luego de beberla, la joven no recuerda nada más de lo que sucedió.
Según relató luego la joven, ella despertó en la cama del imputado, con dolor en la zona genital, en ese momento pudo observar a su abusador vistiéndose mientras los otros hombres estaban en la puerta de la habitación. Acto seguido la víctima se fue del lugar y nunca contó a nadie lo que le había sucedido.
Luego de tres meses, la madre de la joven la llevó al médico para que le realicen un chequeo, y en este momento le dijeron que estaba embarazada.
El hombre, por su parte, reconoció que en una oportunidad invitó a la joven de 19 años a tomar el té a su casa, pero negó haber tenido relaciones sexuales con ella. Sin embargo, del informe psiquiátrico realizado al acusado surge que reconoce haberlas tenido. Lo cierto es que fue imputado, acusado del delito de abuso sexual con acceso carnal en perjuicio de una joven con retraso madurativo.