Mientras el país continúa conmocionado por el terrible crimen que tuvo lugar en una playa del apacible y tranquilo Puerto Deseado, la salteña víctima del ataque y su familia regresaron a Salta para dar sepultura a Santino, de 4 años, y refugiarse entre sus familiares y amigos más cercanos.
La tragedia golpeó fuerte a la familia Subelza, luego de que el jueves pasado, mientras la mujer caminaba por la playa junto a su hijito, dos criminales los atacaron: abusaron de la mujer y asesinaron al niño.
Hay dos detenidos confesos, y el caso fue esclarecido a nivel policial, pero la familia Subelza no encuentra consuelo. Luego de despedir los restos de Santino en la localidad salteña de Rosario de la Frontera, y darle sepultura en un cementerio tucumano a una hora de la ciudad Termal, el hermano del niño asesinado rompió el silencio.
David Subelza trabaja hace 3 años en el Ejército Argentino y vive desde entonces en Santa Cruz. Su mamá y su hermano viajaron desde Salta para visitarlo y en la playa Cavendish de Puerto Deseado se desató la tragedia.
"Cuando los dejé no vi nada raro. Solo había una familia", dijo el joven en diálogo con Arriba Córdoba. Tenía pensado buscarlos de la playa al terminar su turno a las 17, pero antes recibió el llamado del hospital con la terrible noticia.
"Mi hermanito no tenía la culpa de nada. No hizo nada malo, apenas si sabía hablar", manifestó y agregó: "Si me llegan a decir que los liberan o que pueden salir de la cárcel en poco tiempo, no sé qué haría".