Desarticularon una banda que asaltaba a taxistas y remiseros. Como estaba integrada por hombres y mujeres, su modalidad era simular que era una familia para robarles a los conductores.
La detención se dio después una larga investigación llevada a cabo por la Policía de la provincia. Con la información de la Unidad de Análisis Criminal y el Centro de Coordinación Operativa lograron identificar a cada integrante de la banda.
También utilizaban a niños para cometer el delito. Lo que hacían era llamar a un taxi o remis. En el transcurso del recorrido, la mujer y los niños bajaban de la unidad y los hombres continuaban camino hasta los barrios Soliz Pizarro, San Rafael o La Cienaga, donde sustraían dinero, ticketera, celular u otros objetos, bajo amenazas con armas.
Tras dos allanamientos en dichos barrios se detuvo a los sospechosos, una mujer y dos hombres. Uno de los delincuentes tiene antecedente y estuvo preso por un delito similar.