Directivos y comunidad educativa de la Escuela Nº 6.383 “Estanislao López”, de barrio Belgrano de Rosario, decidieron no abrir las puertas este viernes, luego de que se encontraran impactos de bala en el frente del edificio el jueves por la tarde. El lugar ya había sufrido amenazas hace días que se vinculan a una guerra territorial entre narcos.
Los testimonios recogidos aluden que las marcas de disparos se encontraron el jueves al atardecer en la reja de entrada al edificio ubicado en Montevideo al 6700. Sin embargo, los directivos sostienen que el colegio no fue atacado ese día.
“La escuela no fue baleada anoche sino que descubrimos unas marcas en unas rejas y paredes del frente, por Provincias Unidas, que serían de balas. Ahí comenzamos a elaborar una estrategia, pero la escuela ayer trabajó con normalidad”, sostuvo la supervisora Claudia Lioi en diálogo con la prensa. “Nadie escuchó nada, nadie vio nada. Sabemos que el fin de semana, de acuerdo a vecinos, se escucharon disparos, pero no hay nada claro”, agregó.
Consultada respecto a los pasos a seguir, luego del hallazgo, Lioi explicó: “Lo primero en que se pensó fue suspender el dictado de clases y pensar estrategias de trabajo con los docentes y con los padres. La escuela tiene alrededor de 500 alumnos. Hoy el delegado del Ministerio está en una reunión con el Ministerio de Seguridad y de ahí veremos qué se puede hacer”.
¿QUé medida tomó amsafe?
Los ataques a edificios escolares recrudecieron en un contexto de suma violencia en la ciudad de Rosario. Ninguno de ellos tiene como blanco a personal docente y no docente, sino que se utilizan como forma de mostrar impunidad y poder en los barrios donde existen disputas territoriales entre bandas narco.
Por ese motivo, el gremio Amsafe Rosario convocó a una concentración el martes próximo a partir de las 11 horas en Plaza San Martín, frente a sede de Gobernación, para reclamar medidas concretas que garanticen la seguridad de docentes y niños durante la escolarización. Para que puedan participar de la manifestación el alumnado será desobligado, por lo tanto, no habrá clases en las escuelas públicas rosarinas.