En el cierre de la Semana Santa, Soledad Pastorutti se llevó una sorpresa poco frecuente. En vez de un huevo de Pascua, se comió una guitarra de chocolate que le regalaron en su pueblo natal.
La cantante oriunda de Arequito recibió un obsequio con una combinación original de gastronomía y música. El pequeño instrumento negro con cuerdas blancas se convirtió en un postre fuera de serie para la reunión familiar del domingo.
La “Sole” agradeció el regalo y también mostró que recibió un producto robusto. A diferencia de algunos huevos de Pascua, la guitarra requirió varios golpes fuertes sobre la mesa hasta que la pudo abrir.
Fuera de sus costumbres arriba de un escenario, la artista de 42 años y su familia rompieron el instrumento para compartir el chocolate. Después, la santafesina compartió un breve clip a través de las historias de su cuenta oficial de Instagram.
Con este video, la intérprete de “Lágrimas y flores” se sumó a la celebración de la Pascua en redes sociales y concluyó una semana con varias presentaciones. Tras la Fiesta Nacional del Camarón y el Langostino en Ingeniero White, el sábado cruzó a Uruguay y se presentó en la Semana de la Cerveza de Paysandú.
¿Quién hizo la guitarra de chocolate que comió Soledad Pastorutti en Pascua?
Hace cinco años, Brisa Garnica no sabía ni cómo pegar un huevo de Pascua. Gracias al paso del tiempo y su amor por la pastelería, ese problema quedó atrás y este fin de semana se lució con la guitarra de chocolate que le regaló a Soledad Pastorutti.
“No quería hacer algo tradicional, sino ir más allá de nuestra zona de confort”, explicó la autora del postre sobre el obsequio de la vecina más famosa de Arequito. Mientras decoraba y preparaba otros pedidos típicos para Semana Santa, se le prendió la lamparita y pensó en el instrumento musical.
De inmediato, Brisa advirtió algunos inconvenientes importantes. En este sentido, puntualizó: “No teníamos ningún tipo de molde para hacer algo así. Eso no fue un impedimento, ¡siempre la imaginación gana!”.
A través de redes sociales, la pastelera reveló que hizo la parte de abajo de la guitarra con medio huevo de Pascua. “El resto de las figuras fueron recortadas y modeladas manualmente”, añadió.
La apuesta de Brisa fue un éxito y así consiguió un instrumento 100 % comestible con el nombre de la “Sole” en la tapa. A la hora de repasar el proceso, admitió que las cuerdas blancas aparecieron como el mayor desafío: “Fue donde más renegamos porque están hechas con finos hilos de chocolate”.