Rosario volvió a ser el centro de atención luego de que se viralizaran fotos de Oriana Sabatini y Nicolás Furtado compartiendo una salida por la ciudad, caminando por las céntricas calles rosarinas y la costanera del río Paraná, entre cafés y el emblemático Paseo del Siglo, con una actitud relajada y cercana que despertó toda clase de especulaciones.
Sin embargo, todo fue ficción: ambos fueron los protagonistas de una película que transcurre en la ciudad y que se convierte en una suerte de remake de Romeo y Julieta. Pero, en esta versión moderna, no son sus familias quienes los separan sino la pasión por el fútbol. En la historia, Oriana interpreta a una fanática de Rosario Central y Furtado a un hincha de Newell’s.

La película que los reunió en 2018 se tituló Rosario, un clásico de amor y fútbol y significó la primera colaboración de ambos. En ese momento, sus seguidores celebraron el acercamiento de ambos, dos artistas jóvenes que generan suspiros, tanto en la platea femenina y en la masculina.

La historia hizo hincapié en uno de los clásicos más calientes del fútbol argentino: leprosos y canallas revolucionan la ciudad cada vez que protagonizan un enfrentamiento y la pasión se vive con locura en cada rincón de Rosario. Fue una producción italo-española-argentina a cargo de 3Lemon y contó con la participación de Bernat Elías, conocido por su actuación en el filme Vicky Cristina Barcelona.
En redes sociales, algunos seguidores destacaron la “química innegable” entre ellos, mientras que otros moderaron: “Se ve con naturalidad, nada forzado, solo compartiendo un café entre colegas”. Las opiniones se multiplicaron, y medios locales rescataron cada detalle de la producción.
Mientras tanto, en la vida real, Sabatini como Furtado atraviesan distintos momentos. Ella, recién casada con Paulo Dybala, mantiene un perfil discreto tras su boda. A él, por su parte, no se le conoció una pareja después de su separación de Ester Expósito, aunque hubo rumores de acercamiento con Zaira Nara y Pampita.