La ciudad de Rosario atraviesa una jornada de calor extremo que pone en alerta a los servicios de salud locales. Con temperaturas que no dan tregua, la Municipalidad y diversos organismos sanitarios han reforzado la importancia de la prevención ciudadana. El objetivo principal es evitar cuadros de deshidratación y agotamiento térmico que suelen colapsar las guardias médicas durante estos fenómenos climáticos estivales, especialmente cuando el alivio nocturno es escaso.
La recomendación fundamental de los expertos es priorizar la hidratación constante, consumiendo agua segura o jugos naturales incluso antes de sentir sed. Se advierte sobre el error común de recurrir a bebidas alcohólicas, como la cerveza, o infusiones con mucha cafeína para refrescarse; estas sustancias, lejos de hidratar, alteran la regulación de la temperatura corporal y fomentan la pérdida de líquidos, lo cual resulta contraproducente bajo el sol del mediodía rosarino.
En cuanto a la exposición ambiental, se solicita a los vecinos evitar actividades al aire libre y esfuerzos físicos intensos entre las 10 y las 16 horas. En caso de tener que circular por la vía pública, es indispensable buscar la sombra, utilizar ropa de algodón liviana y de colores claros, además de proteger la cabeza con gorros. El uso de protectores solares es también un requisito obligatorio para prevenir quemaduras que puedan agravar el estado general de salud durante la ola de calor.
La alimentación juega un rol estratégico en estos días, por lo que se sugiere optar por platos fríos y ligeros, priorizando frutas y verduras de estación. Ingerir comidas pesadas o muy calientes exige un esfuerzo metabólico extra que genera calor interno, aumentando la incomodidad física. Asimismo, se recuerda la importancia de ventilar los hogares durante la noche y mantener las persianas cerradas durante el día para conservar el ambiente lo más fresco posible.
Población de mayor riesgo
Un punto crítico es la vigilancia sobre los grupos de riesgo, integrados por niños menores de cinco años, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas. Es vital ofrecerles líquidos de manera frecuente y, en el caso de lactantes, aumentar la frecuencia de las puestas al pecho. Bajo ninguna circunstancia se debe dejar a personas o mascotas dentro de vehículos estacionados, ya que la temperatura en el habitáculo puede ascender a niveles mortales en pocos minutos.
Síntomas de un golpe de calor
Finalmente, es crucial saber identificar los síntomas de alarma: mareos, náuseas, pulso rápido o piel muy enrojecida. Ante la presencia de estas señales, se debe trasladar a la persona a un lugar fresco, mojarle la piel y consultar de inmediato al sistema de emergencias SIES (107) o acudir al centro de salud más cercano. Es importante recordar que no se deben administrar antifebriles ni utilizar alcohol sobre la piel para intentar bajar la temperatura.































