Trece personas quedaron detenidas el último viernes en el marco de una causa vinculada al narcotráfico en Rosario. Entre ellas se cuenta un financista de Puerto Norte identificado como nexo con vendedores de drogas de diferentes barrios del sur de la ciudad.
El sospechoso quedó bajo arresto en un edificio cercano a la costanera del río Paraná luego de 29 allanamientos solicitados por el fiscal federal Javier Arzubi Calvo. Los investigadores creen que otorgaba préstamos y también recibía joyas empeñadas para sostener la comercialización de estupefacientes.
Como resultado del operativo que concluyó a la madrugada siguiente, las autoridades secuestraron un millón de pesos y 5 mil dólares en efectivo, siete armas de fuego y 200 proyectiles. Además se llevaron cinco vehículos, un kilo de marihuana, algunas dosis de cocaína y alhajas de oro.
A partir de la orden del juez federal Carlos Vera Barros, la policía también detuvo al hijo del financista en un edificio céntrico. El resto de los sitios apuntados en el expediente se ubican en barrios del sur como Saladillo, Tablada y Las Flores.
Entre los detalles del caso se destacan las direcciones de dos propiedades de Lorena Verdún, familiar de los principales miembros de “Los Monos”. Sin embargo, la madre de los hijos de Claudio Ariel “Pájaro” Cantero no aparece vinculada a la red de narcomenudeo hasta el momento.
¿Qué relación tiene el financista detenido en Puerto Norte con la venta de drogas en Rosario?
Según fuentes policiales, el financista de Puerto Norte salía a recorrer los barrios donde la organización narcocriminal vendía droga. Gracias a la protección que le brindaban, podía circular con su hijo en autos de alta gama como parte de su actividad como prestamistas.
Los sospechosos no sólo recibían joyas a cambio de dinero. También realizaban operaciones de cambio de divisas como dólares o euros, una actividad compatible con el lavado de activos.
La evidencia que analiza el juez Vera Barros indica que la red de narcomenudeo funcionó al menos desde junio hasta abril. Los préstamos con altísimos intereses permitían financiar los puntos de venta de drogas con conexiones en Alvear y Villa Gobernador Gálvez.