Desde su asunción al frente de la gobernación de Santa Fe, Maximiliano Pullaro recibió varias amenazas que incluyeron pintadas, ataques incendiarios y balaceras contra locales públicos y privados. El último sucedió en un bar rosarino, cuando un sicario gatilló contra los clientes tras dejar una amenaza escrita, en un ataque frustrado por un problema técnico de la pistola, que estaba trabada.
Según las pericias visuales y los testimonios, el delincuente intentó disparar al menos 16 veces, pero el arma estaba trabada y no pudo concretar el ataque. Se investiga si él y su cómplice participaron de un ataque a una pareja a pocas cuadras de allí y con minutos de diferencia.
El gobernador se expresó este jueves sobre los episodios y aseguró no sentirse amedrentado: “Estamos cansados de que algunos delincuentes violentos crean que pueden hacer lo que quieran con la provincia más linda de la República Argentina, asique nosotros vamos a seguir adelante”.
Pullaro sostuvo que se trata de organizaciones que “vivieron una fiesta durante cuatro años”
Y aseguró que los ataques vienen de distintos sectores criminales, aunque la mayoría de las amenazas escritas apuntan a presos de cárceles provinciales. “Nosotros no fuimos contra un solo grupo, fuimos contra todos. En este momento, todas las organizaciones que fueron desestructuradas cuando fui ministro de Seguridad y vivieron una fiesta durante cuatro años, están recalientes con el gobierno”, sostuvo.
“Sin embargo, no es contra el gobernador”, remarcó, “es una política pública que se diseñó y de la cual participa la Legislatura provincial y el Poder Judicial de Santa Fe. Es una decisión del Estado de la provincia de Santa Fe y vamos a avanzar hasta bajar los niveles de violencia y que todos podamos vivir”.
Finalmente Pullaro aclaró: “No nos van a cambiar nuestra línea de trabajo. Vamos a ir cada vez más a fondo”.