Aunque la crisis de seguridad sigue presente en formas alarmantes, la cantidad de homicidios en Rosario se redujo durante 2023. La tasa en el departamento disminuyó por primera vez en cuatro años, aunque no quedó demasiado lejos del récord del período anterior.
El total de muertes confirmadas desde enero por la Justicia provincial es el tercero más alto en la estadística oficial. Al margen de los números queda serie de crímenes en circunstancias inéditas, episodios que representan un desafío nuevo y preocupante de las organizaciones narcotraficantes y delictivas ante el poder del Estado.
¿Cuántos homicidios hubo en Rosario durante 2023?
De acuerdo fuentes del Ministerio Público de la Acusación (MPA) hasta este domingo se registraron al menos 258 homicidios en el departamento Rosario. En diciembre se sumaron 19 casos, apenas por encima del promedio mensual de 18,4 muertes confirmadas entre enero y noviembre.
El acumulado de 2023 anticipa una caída interanual aproximada del 11 por ciento. No obstante, los indicadores se mantienen muy por encima de la media de todo el país.
Según los datos provisorios, en el departamento Rosario se cometieron 19,2 homicidios cada 100.000 habitantes durante el último año. Esta cifra prácticamente quintuplica la tasa de Argentina en 2022, el registro más reciente del Ministerio de Seguridad de la Nación.
Los informes del MPA indican que Empalme Graneros y Ludueña se mantienen entre los barrios con más asesinatos de la ciudad. A esa lista se añaden Santa Lucía y Tablada como otros puntos alarmantes en el mapa de la violencia.
¿Cuáles fueron los cinco crímenes más resonantes de Rosario en 2023?
El primer asesinato que marcó un antes y un después en Rosario durante 2023 fue el de Lorenzo Altamirano, ejecutado frente al estadio de Newell’s Old Boys. “Jimi” fue secuestrado al voleo cuando salía de un ensayo con su grupo musical. Los asesinos le pusieron un cartel con un mensaje mafioso dirigido jefes de “Los Monos” y la barra brava rojinegra.
Casi un mes más tarde, un nene de 11 años fue baleado en el barrio Los Pumitas durante el ataque de una banda narco a otra organización rival. La muerte de Máximo Jerez desató una pueblada. En cuestión de horas, los vecinos se convirtieron en víctimas de amenazas mafiosas por la destrucción de un búnker de drogas.
A fines de septiembre, el clásico rosarino quedó enlutado por el crimen de una hincha de Central que volvía a su casa tras el triunfo canalla. Ivana Garcilazo cayó herida por piedrazo mortal mientras iba en moto con su novio. La Fiscalía denunció que fue agredida por tres simpatizantes de Newell’s a pocas cuadras del Coloso del parque de la Independencia.
Un mes y medio después, el intento de fuga de un preso internado en el Hospital Provincial concluyó con el brutal asesinato de Leoncio Bermúdez. El subinspector fue baleado por uno de los delincuentes que trató de rescatar a Gabriel Lencina en el barrio Martin. La víctima fue el cuarto policía asesinado en Rosario en menos de 12 meses.
El caso más reciente en la lista tiene como protagonista al chofer César Roldán, acribillado a principios de diciembre cerca de Eva Perón y Cullen. Al igual que a “Jimi”, al conductor también lo mataron para difundir amenazas mafiosas en una disputa entre bandas criminales. El homicidio derivó en un paro de colectivos y una procesión desgarradora de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) a la hora del sepelio.