Son momentos de profundo dolor para Cintia Díaz, la sobreviviente de la tragedia Ayacucho y Avenida del Rosario. La mujer asegura que le “arruinaron la vida”. Es que el sábado a la madrugada perdió a su esposo, David Pizorno, y a su hijo Valentino, de ocho años, quienes murieron tras un terrible choque que se habría producido como consecuencia de una picada de autos.
“Estos hijos de p... me arruinaron la vida por correr picadas”, contó a La Capital sobre Germán S. y Pablo M., los conductores de los autos que provocaron el accidente. Uno de ellos permanece internado y el otro detenido, y esta semana serán imputados por el hecho.
Desde el sanatorio, donde deberá ser operada por las heridas sufridas, Cintia dio detalles del accidente. Contó que se dirigían desde su casa en zona sur hacia Alvear, donde viven los abuelos del niño. “Veníamos por Ayacucho. A esa hora (cerca de las 24) no hay muchos autos y el semáforo está en intermitente. Íbamos a 40 (km/h) porque yo soy muy cuidadosa con la velocidad”, explicó.
Luego, la mujer explicó que tiene la costumbre de mirar hacia ambos lados antes de cruzar una calle y dijo que no había coches cerca. Sin embargo, cuando comenzó a cruzar la bocacalle, una luz se le vino encima. “Sentí el choque fuertísimo que nos arrastró. Luego otro golpe más, el auto dio un trompo contra un semáforo, pegó contra un árbol y se quedó quieto. Ahí vi a los otros dos vehículos”, recordó.
Tras el choque, la mujer atinó a salir del auto y mirar la parte de atrás, en la que venía su hijo. Un hombre que pasaba le dijo que no se moviera y se quedara sentada en el piso. “Le pasé el número de mis papás para que los llame, yo me quería levantar pero estaba mareada y no tenía fuerzas. Y veo que el señor se acerca al auto, mira hacia abajo y se agarra la cabeza”, dijo entre lágrimas. David y su hijo habían muerto en el acto como consecuencia del impacto.