Después de nueve años, la Justicia provincial de Rosario absolvió a dos imputados por el linchamiento de David Moreira. La resolución de este lunes fue unánime y ratifica la grave falta de evidencia para esclarecer un asesinato que llegó a provocar un pronunciamiento del papa Francisco.
El tribunal rechazó el pedido de condenas a Cristian Antonioni y Gerardo Gutiérrez por homicidio en riña o agresión. A la hora del veredicto, señalaron que la prueba disponible es “endeble” y no alcanza para determinar que los acusados le pegaron al joven de 18 años.
“No es posible que paguen justos por pecadores cuando no se ha acreditado que lo fueran”, concluyó la jueza Hebe Marcogliese junto a sus pares Nicolás Vico Gimena y Román Lanzón. De esta manera dictaron la absolución por el beneficio de la duda en ambos casos.
Moreira falleció el 25 de marzo de 2014 en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca). Llevaba tres días internado por la golpiza feroz que le dio un grupo de personas tras el intento de robo a una joven embarazada que iba caminando por el barrio Azcuénaga.
Desde entonces, la Justicia sólo pudo identificar y condenar a uno de los agresores. En septiembre de 2019, Nahuel Yamil Perez reconoció su participación en el linchamiento y acordó una pena prisión condicional de 3 años, de modo que continuó en libertad.
¿Por qué absolvieron a los imputados del juicio por el linchamiento de David Moreira en Rosario?
Antes de la publicación de los fundamentos, el tribunal del juicio planteó que la investigación del linchamiento de David Moreira fracasó por múltiples dificultades. La más importante fue “una suerte de pacto de silencio vecinal” en barrio Azcuénaga.
Los magistrados indicaron que el Ministerio Público de la Acusación (MPA) tuvo problemas “desde los primeros momentos” de la pesquisa sobre el homicidio en Marcos Paz y Liniers. La falta de testimonios impidió una “identificación clara, precisa y circunstanciada” de los agresores.
Durante el debate oral y público, Antonioni admitió que publicó una foto del linchamiento en Facebook e hizo un comentario “indebido”. A su vez, negó haber golpeado a la víctima y no hay evidencia de que haya intervenido en el ataque.
En cambio, Gutiérrez fue imputado en base a un video de la golpiza, una grabación de “baja resolución” que no permite establecer los rasgos de los agresores. “No hay certeza de que haya sido quien es captado en esa secuencia fílmica”, concluyó el tribunal.
Finalmente, los jueces señalaron el “deficiente actuar policial” tras la denuncia del robo y el arresto civil que derivó en el linchamiento. Según el análisis de los magistrados, la fuerza de seguridad “debía y podía intentar identificar a autores y testigos, habida cuenta que el hecho se produjo en plena tarde de un sábado, delante de muchísimas personas”.