Dada la gran cantidad de piletas y actividades náuticas en la región, el curso de guardavidas en Rosario nunca se queda sin postulantes. En la última década, el crecimiento de esta actividad llevó a un grupo de profesores a construir un espacio de apoyo para aspirantes que potencia el trabajo de las escuelas de la ciudad y de la provincia de Buenos Aires.
A partir de un proyecto iniciado ocho años atrás, Juan Pablo Fernández Fava es el encargado actual de coordinar las clases del Echesortu Fútbol Club con más de 100 personas inscriptas. La mayoría se anota para conseguir la certificación oficial en busca de una salida laboral rápida con el aliciente de poder trabajar en Brasil o España.
¿Cuánto dura el curso de guardavidas en Rosario?
Al igual que en el resto de Argentina, el curso de guardavidas demanda un año de estudio y práctica en Rosario. Después de la aprobación de todos los exámenes, el Ministerio de Educación de Santa Fe emite la libreta de habilitación mediante un trámite que demora entre tres o cuatro meses.
El certificado se puede homologar en España, aunque es necesario hacer una capacitación adicional de un mes para trabajar como socorrista. El período de formación es similar en Brasil, otro país con alta demanda de este tipo de profesionales.
¿Cuánto cuesta el curso de guardavidas en Rosario?
Actualmente el curso de guardavidas en Rosario tiene una cuota mensual que oscila entre 25 y 35 mil pesos. Además de las escuelas que funcionan en la ciudad, muchas personas de la región ingresan a estudiar en instituciones del norte bonaerense como la filial de la Cruz Roja Argentina en San Nicolás.
La escuela de aspirantes de Echesortu ofrece clases adicionales desde $ 15.330 para potenciar el aprendizaje a lo largo del año. Los instructores se reparten 20 turnos semanales de lunes a sábado como complemento de las prácticas en las instituciones y es posible ir todos los días si hace falta.
Según explicó Fernández Fava en diálogo con Vía País, su equipo hace un seguimiento detallado de cada persona inscripta para garantizar la aprobación del curso de guardavidas. “Tratamos de enseñarles que hay que tomarlo con responsabilidad, disciplina y que no solamente se están capacitando para el curso, sino para estar preparados ante cualquier eventualidad”, remarcó.
Las prácticas alternan entre la pileta de la sede ubicada frente a la plaza Buratovich y el anexo de 9 de Julio al 4000. La mayoría de los aspirantes también está en el profesorado en Educación Física y muchos tienen experiencia de competición en natación a nivel federado.
¿Qué escuelas dictan el curso de guardavidas en Rosario?
- Instituto de Actividades Deportivas (IAD)
- Filial Rosario de la Cruz Roja Argentina (Laprida 1553)
- Escuela de Perfeccionamiento e Investigación (EPI) del Instituto Superior de Educación Física 11 “Abanderado Mariano Grandoli” (Isef) (avenida Dante Alighieri 2550)
- Instituto Superior Incorporado General San Martín (Salta 1436)
- Asociación Cristiana de Jóvenes (YMCA Rosario) (Catamarca 1247)
Además de estas instituciones, el grupo de instructores de Echesortu trabaja en el natatorio de San Nicolás al 1300 con estudiantes del Centro de Educación Física 99 (CEF 99) de Pergamino y la Cruz Roja nicoleña. El método se adapta a los requerimientos de cada lugar, ya que las técnicas de picado y las zafaduras son diferentes según la indicación del docente a cargo.
El plantel del club del macrocentro rosarino tiene un rango etario amplio si se miran los extremos. Así como se anotan estudiantes del último año de la secundaria, también hay algunas personas de más de 50 años que se tiraron a la pileta a aprender.
Si bien la natación es un pilar de la formación, los aspirantes dedican buena parte del tiempo a las simulaciones de rescate en situaciones de estrés. La apnea es una herramienta clave en la asistencia bajo el agua, así como las zafaduras y las tomas de remolque en la superficie.
La escuela de apoyo para el curso de guardavidas comenzó de la mano de Agustín Chialvo, que luego se dedicó a la abogacía. El equipo de instructores se completa con Florencia Rodríguez y Fernando Mattos, algo que facilita las actividades de mayor convocatoria dentro del proceso de formación.
En base a la experiencia de casi una década, Fernández Fava considera que lo ideal en el proceso de formación es que cada aspirante tenga tres o cuatro prácticas adicionales por semana. Durante la pandemia de COVID-19 decidió organizar clases virtuales y gratuitas, pero la situación mejoró a partir de 2022 y la actividad sigue creciendo más allá de los límites de Rosario.