Diez perros de raza galgo que habían sido rescatados por la Policía Ecológica en Funes tras una denuncia por maltrato, fueron restituidos a sus propietarios, que los usaban para cazar. La resolución del fiscal a cargo del caso provocó indignación en la comunidad funense, que exige que se les quite la custodia.
“Nos quedamos con un sabor amargo por todo el esfuerzo que se hizo para cambiar la realidad a esos animales que claramente estaban en una situación de maltrato”, sostuvo la coordinadora municipal de Salud Animal, Aranza Puig. Y sumó que “si bien algo se ha avanzado jurídicamente, todavía nos topamos con estas decisiones de la Fiscalía que no comprendemos. Ni siquiera se los instó a los responsables a que reciban un control posterior y seguimiento con veterinarios o la Policía Ecológica”.
Los animales habían sido secuestrados luego de que este domingo se detuviera a cinco personas oriundas de Rosario que los estaban usando para cazar en un campo privado al que ingresaron ilegalmente. Tras quedar en custodia, los galgos fueron revisados por la veterinaria municipal que confirmó la presencia de lesiones tanto recientes como de vieja data, parásitos, desnutrición y una hembra puérpera con complicaciones no atendidas.
Luego de eso los canes quedaron a resguardo de Salud Animal, que esperaba la decisión del fiscal Matías Edery. El funcionario, contra todo pronóstico, decidió devolverle los animales a las personas que los mantenían en condiciones deplorables.
La reacción social ante la devolución de los perros en funes
La situación se viralizó rápidamente en redes sociales, donde se replicó la indignación de miembros de protectoras y la comunidad en general, reprobando la decisión de Edery. En su defensa, el fiscal expresó: “jamás me informaron que los galgos hayan sufrido un mal estado de salud”.
“Queremos que nos den una explicación, no solo a nosotros sino la comunidad de Funes. No es lo que esperábamos. No somos una ONG, somos el Estado Municipal. Queremos la custodia de los animales. Estamos enojados”, manifestó Aranza.