Aunque el panorama en Rosario no es tan agobiante como el del año pasado, el problema del fuego en Delta del Paraná está lejos de haberse resuelto. Este martes se confirmó que durante enero ya se registraron más de 1.100 focos de calor en la región, lo que supera el promedio de ese mes en los últimos nueve años.
Un informe del Museo de Ciencias Naturales “Antonio Scasso” indica que el miércoles de la semana anterior fue el día con mayor cantidad de hechos de este tipo. En el mapa aparecieron 90 puntos diferentes y aclaran que “una fracción muy reducida” puede “no ser incendios”.
De acuerdo al monitoreo que realiza la institución de San Nicolás, hasta el 24 de enero se habían registrado 1.118 focos de calor en la zona que va desde Santa Fe hasta Campana.
En la tercera semana del mes se reportaron 402 focos de calor contra 109 de la segunda semana de enero, destacó el trabajo realizado por el museo nicoleño.
El fenómeno de las quemas en la zona de islas del Delta de Paraná tuvo el año pasado un énfasis poco habitual, a pesar de que los incendios de pastizales constituyen una práctica frecuente en los predios destinados al pastoreo de ganado.
De acuerdo al informe del Museo “Antonio Scasso”, que comenzó a seguir el tema de los incendios en 2008, en la primera semana de enero (contada desde el 4 al 10) “la cantidad de focos detectados fue de 500 con días nublados”.
El viernes 8 fue el día en el que se registró mayor cantidad de incendios con 175 eventos y el número más grande se produjo desde San Pedro hacia el sur.
El monitoreo que realiza el museo abarcar el área del Piecas-DP (Plan Integral Estratégico para la Conservación y el Aprovechamiento Sostenible en el Delta del Paraná).
El proyecto diagramado hace casi quince años fue fruto de un acuerdo interjurisdiccional consensuado “en base técnico-científica para alcanzar metas u objetivos político-institucionales tendientes a establecer pautas de sustentabilidad en las intervenciones territoriales del Delta e Islas del Paraná”.
Aquel año fue el de mayor cantidad de incendios en las islas del Delta.
Del acuerdo reactivado en 2020 participan el Gobierno nacional y los de las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe.
Los incendios -muchos de los cuales son calificados como “intencionales”- provocan graves perturbaciones en el ambiente, la flora y la fauna nativas de la región de los humedales.