A partir de la denuncia de una estafa con criptomonedas por más de 2 millones y medio de dólares, este martes liberaron a los cuatro detenidos en Rosario. La Justicia provincial dictó una serie de reglas de conducta y estableció una caución sobre el dinero depositado en una billetera virtual de Binance.
El Ministerio Público de la Acusación (MPA) imputó a Gianluca Pagano, Ramiro Sammataro, Manuel Ángel Bahamonde y Gianfranco Scaldini por haber transferido todos los fondos de Beast Masters. El juego se lanzó a fines de 2021 y finalmente fracasó.
El fiscal Mariano Ríos Artacho planteó que los sospechosos vaciaron el pool de liquidez del sistema creado con la criptomoneda $MONSTER y lo depositaron en sus billeteras virtuales. A continuación, eliminaron toda la información del proyecto, desde la página web hasta su cuenta de Discord y publicaciones en redes sociales.
La descripción que hizo el investigador se refiere a una maniobra ilegal denominada “rug pull”. En este caso, la búsqueda del dinero comenzó con una denuncia realizada el 7 de diciembre de 2021 en la ciudad de Buenos Aires. En julio del año siguiente, las autoridades porteñas enviaron el expediente a Rosario para continuar con la pesquisa a partir de los datos sobre la residencia de los imputados.
De acuerdo a los registros de Binance, los acusados retiraron 2.610.312,32 dólares. Si bien devolvieron parte del dinero una vez que trascendió su identidad, el valor de la criptomoneda que crearon se desplomó y generó una pérdida aproximada de USD 600.000.
¿Cómo fue el rug pull de Beast Masters que denunciaron en Rosario?
Según la evidencia que presentó la unidad de Delitos Económicos de la Agencia de Criminalidad Organizada, los acusados anunciaron la creación de un videojuego similar a Pokémon. A través de un sitio web y perfiles en redes sociales, salieron a buscar inversores y luego hicieron un “rug pull”.
Supuestamente, en Beast Masters se podían comprar personajes y gimnasios como NFT. Como parte central de ese proyecto, crearon su propia criptomoneda: $MONSTER. Además publicaron diseños en alta resolución. El objetivo general era lograr que las bestias evolucionaran para obtener un rédito económico.
Dentro de la hipótesis del MPA, los estafadores armaron un plan con dos incentivos para captar a las víctimas. Por un lado, la obtención de los tókenes. De otra parte, la alternativa de intercambios con otros activos digitales.
Entre el 8 y el 15 de diciembre, los imputados transfirieron todo el dinero recaudado hacia el sistema de Binance. Luego argumentaron que Beast Masters había sido hackeado y devolvieron buena parte de los fondos a partir del 2 de enero. Sin embargo, la Fiscalía comprobó los cuatro acusados actuaron de manera coordinada en un mismo lugar para hacerse de ese capital.