Leonardo Ponzio, emblema de River Plate e ídolo también en Newell’s Old Boys, colgó los botines en 2021, pero lejos de alejarse de la actividad intensa, comenzó una nueva etapa en su vida como productor agropecuario. Hoy divide sus días entre el fútbol amateur, los negocios rurales y un estilo de vida muy distinto al que llevó como jugador profesional.
Leonardo Ponzio nació el 29 de enero de 1982 en la localidad santafesina de Las Rosas. Debutó en Newell’s en la última fecha del Clausura 2000 con Tito Rebottaro como DT y jugó en el club del Parque Independencia hasta 2004, disputando un total de 90 partidos y convirtió 9 goles.

Instalado en Las Rosas, su ciudad natal en Santa Fe, Ponzio encontró una nueva pasión en el campo. Se involucró de lleno en la producción agrícola, especialmente en el cultivo de maíz, una actividad en la que también aplica conceptos que aprendió dentro de una cancha. “El campo es pura estrategia”, reconoció en una entrevista, trazando un paralelismo entre la planificación agrícola y el juego.
Lejos de improvisar, el exmediocampista armó un equipo técnico para acompañarlo en la gestión de los campos, con ingenieros agrónomos, operarios especializados y maquinaria de última generación. Su objetivo, como en el fútbol, es “ser competitivo”, y en ese camino ya logró rindes destacados que lo posicionan como un referente local en el agro.

Pero Ponzio no se alejó del todo del fútbol: sigue vinculado a la disciplina con el club Williams Kemmis, donde jugó en las inferiores y disputó algunos encuentros de la Liga de Cañada de Gómez.

En varias entrevistas, Leo destacó que el paso al agro fue natural para él, ya que creció en un entorno rural y siempre tuvo contacto con el trabajo en el campo. Hoy, con más tiempo para la familia y lejos del vértigo de las concentraciones, dice sentirse pleno y entusiasmado con los desafíos que implica producir en Argentina.
Su vida diaria combina recorridas por los lotes, reuniones de planificación, análisis de costos y búsqueda de innovación. “Esto es como armar un buen equipo para jugar bien el campeonato”, afirmó en tono futbolero, reflejando cómo traslada su experiencia profesional a la gestión de su empresa agropecuaria.

El respeto que generó en su carrera deportiva se traslada ahora al mundo rural, donde su figura también despierta admiración. No es raro que productores jóvenes lo tomen como ejemplo de profesionalismo y dedicación, más allá del rubro.

De esta manera, Leonardo Ponzio demuestra que hay vida después del fútbol, y que con pasión, compromiso y estrategia, también se puede brillar en otros terrenos.